«La Resistencia no es uno o dos jefes. Los que mueren serán reemplazados por otros de diferentes generaciones», dijo Nasrallah en una ceremonia en el barrio sur de Beirut para conmemorar una semana de la muerte de su jefe militar en Siria, Mustafá Badredin.
El dirigente chiíta subrayó en su discurso: «Las cabezas que caen nos llevan a tener una mayor presencia en Siria, donde enviaremos el mayor número de combatientes».
«Siria es atacada porque se encuentra en el eje de la Resistencia. Si Bashar al Assad anunciara que apoya a los EEUU e Israel, la guerra terminaría», agregó.
Sobre la muerte de Badredin en una base cerca del aeropuerto de Damasco, Nasrallah indicó que no tienen pruebas sobre la implicación de Israel, como ya reveló el movimiento, que acusó a grupos armados radicales sunitas.
No obstante, aprovechó para amenazar a Israel: «Si ataca no sólo a los líderes sino a cualquier miembro de la Resistencia, nuestra respuesta será dura y directa».
También afirmó que no responderán a ninguna solicitud del Tribunal Especial para el Líbano, encargado de juzgar a los asesinos del ex primer ministro Rafic Hariri en 2005 en un atentado con camión bomba en Beirut. Cinco miembros de Hezbollah, entre ellos Badredin, están acusados por la corte del magnicidio.
