Tras el hallazgo de los cadáveres de cuatro jóvenes en apenas dos meses en el lago Lady Bird de Austin (Texas), crecen los temores en la comunidad de que exista un asesino en serie entre ellos.
Pese a que la policía local dice no tener pruebas para afirmar esta hipótesis, familiares y expertos no descartan la posibilidad.
El primero de los cuerpos, el de Jason John, de 30 años, fue encontrado el 13 de febrero. Luego fue el turno del cadáver de Clifton Axtell, de 40 años, seguido del de Jonathan Honey, de 33 años, el 1 de abril, y el de John Christopher Hays-Clark, de 30 años, el 15 de abril.
La policía no encontró signos de traumatismo en las víctimas y descarta la teoría del asesino en serie. Pero que cada incidente sea un suicidio o un ahogamiento accidental llama la atención.
Mientras la policía investiga, también lo hacen los ciudadanos. A través de internet y las redes sociales, se han puesto de moda los famosos “detectives ciudadanos”. Ellos afirman que solo quieren ayudar, pero sus detractores sostienen que obstaculizan las investigaciones difundiendo información errónea.
Elsie, la madre de Jason John, desconfía de la versión oficial. En declaraciones al medio estadounidense Newsweek, aseguró que su hijo no nadó ni se acercó al agua, al tiempo que sugirió que pudo haber sido drogado en una noche de fiesta en la cercana calle Rainey Street, una zona conocida por sus bares y restaurantes.
Policías en Rainey Street, donde Jason John fue visto por última vez
John fue visto por última vez el 5 de febrero saliendo de Rainey Street tras una noche de fiesta con amigos, caminando hacia un sendero que rodea Lady Bird Lake y que, según los locales, es notoriamente oscuro.
“En el certificado de defunción dice ahogamiento accidental y me cuesta creerlo porque Jason no sabe nadar y no se acerca al agua, lo sé con certeza”, declaró a Newsweek.
“Así que para que se acercara al agua alguien tuvo que haberlo empujado o tirado allí”, asegura Elsie.
Las sospechas de que fue drogado en un bar surgieron después de que la familia mirara su reloj, que medía su ritmo cardíaco. Su madre afirmó que durante la noche el ritmo cardíaco de Jason descendió significativamente después de haber estado nivelado durante algún tiempo, lo que podría indicar que le hicieron algo.
“No voy a creer que fue sólo un ahogamiento accidental, creo que alguien le hizo algo a mi hijo, pero ¿en cuanto a una respuesta sobre un asesino en serie? No sé nada sobre un asesino en serie”, declaró a Newsweek.
Jason John fue visto por última vez el 5 de febrero
Muchas teorías sobre las muertes del lago Lady Bird nacen en Internet. Un grupo de Facebook llamado Lady Bird Lake Serial Killer/ Rainey Street Killer tiene ya más de 85.000 miembros, entre ellos expertos criminales.
Uno de ellos es Kevin Gannon, detective jubilado de Nueva York. Cree que es fácil que la policía y los médicos forenses cometan errores en este tipo de investigaciones.
“La razón por la que la mayoría de la policía no puede decir de forma concluyente que no hay indicios de juego sucio es que la mayoría de la policía sabe muy poco sobre ahogamientos”, declaró a Newsweek.
“El ahogamiento es un diagnóstico excluyente. De hecho, la mayoría de los médicos forenses saben muy poco sobre muertes por ahogamiento y sólo buscan signos evidentes de traumatismo o agresión”, precisó.
“Además, el forense oirá decir a la policía que en la mayoría de los casos las víctimas estaban bebiendo, se separaron de sus amigos y desaparecieron para ser encontradas en el agua”, agregó.
“Tras analizar la sangre para determinar el contenido de alcohol y descubrir que el nivel de intoxicación es superior a 0,08 ml, y en la mayoría de los casos duplica ese nivel (0,16 ml), con muy pocas lesiones, el forense concluirá que estas muertes fueron trágicos accidentes provocados por el alcohol”, concluyó.
Vista del lago Lady Bird, Austin, Texas, donde fueron hallados todos los cadáveres (Ed Lallo/Getty Images/Archivo)
Gannon reiteró que, aunque no hay indicios de que el departamento de policía de Austin esté llevando mal la investigación, sus errores y los de los médicos forenses pueden hacer que las autoridades pasen por alto todas las posibilidades.
La policía niega que se trate de asesinatos en serie.
“Aunque cada incidente ha ocurrido en el lago, las circunstancias, los lugares exactos y la demografía que rodean estos casos varían”, dice un comunicado emitido por el Departamento de Policía de Austin.
“Nuestros investigadores abordan cada caso con una mente abierta y examinan objetivamente todas las pruebas disponibles”.