La reestructuración de la plantilla ha sido, en la mayor parte, aquello que propicia la situación, convirtiendo los triunfos en insignificantes y las derrotas en parte importante del proceso.
Cae la tarde del domingo. Enciendes la televisión con ganas de ver a los Atléticos enfrentando a los Astros de Houston en el histórico Coliseo de Oakland, durante el tiempo que realizan una puesta en escena con casi nueve mil personas adquiriendo el ticket de entrada.
Este es el mismo estadio que puede albergar una cantidad superior a las cincuenta mil, por lo que una baja asistencia en comparación con la disponibilidad hace que el público de la pantalla chica visualice más asientos vacíos que cualquier otra cosa en el ambiente.
El marcador quedó definido con los visitantes obteniendo la victoria 10 carreras frente a una, completando la barrida en la serie de fin de semana y alargando hasta 11 los reveses en fila de los Atléticos.
Que el pitcheo permita anotaciones de manera exuberante o el bateo en esporádicas veces cruce la registradora, constituye la “esencia” del equipo californiano este 2023. Luego de atravesar los primeros 55 duelos, la ofensiva batea para .220 y los monticulistas tienen una efectividad de 6.87.
Este horripilante desempeño empuja las manifestaciones de aficionados que han bañado el estadio con carteles pintados bajo las letras de la palabra “sell”, una conjugación del verbo “sold” que puede traducirse al español como “vende” o “vender”.
La reestructuración de la plantilla ha sido, en la mayor parte, aquello que propicia la situación, convirtiendo los triunfos en insignificantes y las derrotas en parte importante del proceso.
Los Atléticos sumaron un porcentaje de éxitos y descalabros superior al índice de .500 en ocasión más reciente durante el 2021, mientras un año antes visitaron en última instancia los “playoffs”.
Desde entonces, el combinado perdió las aportaciones de anteriores miembros como el dúo de los Matt en las esquinas del cuadro (Olson y Chapman) o la batería de los Sean (Manaea, Murphy), extendiéndose con Chris Bassitt, Cole Irvin, Frankie Montas, Starling Marte o Mark Canha.
Ahora los esfuerzos están centrados en el desarrollo de anteriores prospectos que pudiesen adaptarse a Grandes Ligas en caso de pequeñas correcciones.
Así encontraron a Esteury Ruíz, pelotero dominicano con breve estadía en el equipo grande de los Padres de San Diego y Cerveceros de Milwaukee, quien atraviesa una zafra de 27 robos de almohadillas con embasado de .328.
En la misma sintonía, realizaron un movimiento valioso con el fichaje de Brent Rooker: nativo de Tennessee, de 28 años de edad, que había cursado cuatro equipos desde que debutó en 2020 con el perfil de chocar la pelota con contundencia.
Este atraviesa un inicio que le sitúa entre los mejores ofensivos, alcanzando el tope personal de 19 extrabases luego de las primeras 195 apariciones.
MUDANZA
El abismo de los Atléticos llega en momentos de carácter crucial para el futuro del equipo. En este día, la mudanza hacia Las Vegas, Nevada, alcanza mayor vistosidad que nunca en el horizonte.
Las reuniones entre propietarios, que toman curso el 13 de junio, podrían convertirse en el escenario que defina el traslado de la organización.
Existe un paso trascendental para ello, teniendo conocimiento la figura de acuerdo para adquirir los terrenos en que se levantaría la obra.
De esta manera, Atléticos serían el último equipo perteneciente a una liga deportiva tradicional en abandonar Oakland.
Empezaron los Seals, de la NHL, que decidieron cambiar de residencia hasta la ciudad de Cleveland en 1976. Allí estuvieron dos años hasta desaparecer.
Continuaron los Golden State Warriors, de la NBA, emprendiendo camino al vecino San Francisco en 2019 y lugar que les vio consagrarse campeones en 2022. Y, como oportunidad reciente, los Raiders llevaron el césped de la NFL hasta Las Vegas en un año dominado por el coronavirus.
Fuente-Listin Diario.