Las temperaturas registradas en todo el mundo durante los últimos meses hacen del 2023 un año récord para el calentamiento global, con 21 de los 30 días más calurosos jamás registrados en la Tierra en el pasado julio, decretado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) como el mes más caluroso en la historia del planeta.
En la primera y tercera semanas de julio, las temperaturas globales superaron en 1,5 grados el promedio de los niveles preindustriales (1850-1900). Considerado el umbral límite para cumplir el Acuerdo de París y no abocar al planeta a niveles catastróficos de calentamiento global.
Si bien las temperaturas generales en agosto no han sido tan extremas, las condiciones secas contribuyeron a la propagación de incendios forestales en Grecia, EEUU, Canadá y las Islas Canarias. En la otra cara de la moneda del clima extremo, las tormentas cuyo poder destructivo es impulsado por temperaturas más cálidas afectan a países tan distantes como Noruega, India, Japón y China.
El reto urgente contra el calentamiento global
La quema de combustibles fósiles libera a la atmósfera gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento del clima. La cantidad de emisiones globales de la actividad humana es actualmente demasiado alta para que la Tierra las absorba, y cada incendio forestal empeora esa capacidad al emitir dióxido de carbono y destruir las fuentes de captura de carbono.
Los científicos consideran que equilibrar las emisiones de acuerdo con la capacidad de absorción de la Tierra, o alcanzar el cero neto, en las próximas tres décadas es esencial para limitar las peores consecuencias del cambio climático.
Hacerlo requerirá una «transformación completa del sistema energético global», según la Agencia Internacional de Energía. Incluidas medidas como la eliminación gradual de todas las plantas de carbón y petróleo para 2040 y la prohibición de las ventas de autos nuevos que consumen mucha gasolina para 2035.
Aquí hay una instantánea de un mundo que sufre el cambio climático.