«El país miró hacia la Corte Suprema y la Corte Suprema fue incapaz de llegar a una decisión», dijo ante la prensa el presidente de Estados Unidos, después de que el máximo tribunal de Justicia mantuviera este jueves el bloqueo impuesto por una corte inferior a las medidas de alivio migratorio firmadas por Barack Obama.
El fallo de la Corte Suprema «nos aleja del país que queremos ser», dijo Obama, quien calificó el voto de «desolador» y denunció un sistema «hipócrita» respecto de millones de extranjeros en situación irregular. «La inmigración no debe generar miedo», afirmó.
«Esta decisión rompe el corazón a los millones de inmigrantes que construyeron sus vidas aquí, que formaron familias aquí, que confían en tener la oportunidad de trabajar, pagar impuestos, servir en nuestro Ejército y contribuir a este país», afirmó Obama.
El mandatario estadounidense insistió: «No tenemos que construir muros para separar a aquellos que no se parecen a nosotros o no rezan como nosotros o tienen otro apellido, porque ser estadounidense se trata de un ideal compartido: el de que todos nosotros fuimos creados iguales».
La discusión en la máxima corte estadounidense quedó empatada en cuatro votos a cuatro, por lo que el presidente de Estados Unidos denunció que la Corte Suprema «no puede funcionar como debería».
Ocho jueces integran el tribunal desde que en febrero de este año murió el magistrado conservador Antonin Scalia. Obama nominó entonces al juez Merrick Garland, pero la iniciativa del mandatario fue bloqueada por el opositor Partido Republicano.
«No tenemos un Congreso que esté dispuesto a hacer lo más básico, que es considerar la nominación» de un noveno juez, dijo Obama, quien advirtió que la actual situación impide «hacer progresos importantes».
El mandatario informó que la decisión del Supremo no afecta el alivio de deportación que concedió en 2012 a los jóvenes conocidos como «soñadores», algo que «cambió la vida de más de 730.000» personas.
Lo que sí quedó congelado es el ambicioso paquete de decretos que Obama anunció en diciembre de 2014 y que preveía, entre otras medidas, la regularización temporal y la entrega de permisos de trabajos a inmigrantes clandestinos.