Minnesota vuelve a vencer a Warriors en juego cargado de expulsiones

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Draymond Green fue expulsado después de aplicarle una llave de cabeza a Rudy Gobert y otros dos jugadores fueron expulsados ​​después de un altercado al comienzo de la victoria de los Minnesota Timberwolves por 104-101 sobre los Golden State Warriors el martes por la noche.

“No hay mucho que decir”, dijo Gobert. «Eso es sólo un comportamiento de payaso».

El juego aún estaba sin goles y ni siquiera habían transcurrido dos minutos cuando Klay Thompson de Golden State y Jaden McDaniels de Minnesota se empujaron cerca de la mitad de la cancha luego de una posesión de los Timberwolves. Gobert intervino y agarró a Thompson antes de que Green se apresurara y alejara a Gobert por detrás con su brazo alrededor del cuello del centro.

La camiseta de Thompson se rasgó durante la pelea, lo que provocó la segunda expulsión de Green de la temporada y dos tiros libres para Gobert.

El entrenador de Golden State, Steve Kerr, dijo que McDaniels instigó el altercado y que Thompson no debería haber sido expulsado.

“Está corriendo por la cancha, y el tipo agarra su camiseta y tira de él. Entonces Klay retrocede”, dijo Kerr. “De ninguna manera Klay debería haber sido expulsado. Eso fue ridículo”.

McDaniels y Thompson inicialmente chocaron después de un tiro fallido de Minnesota, cuando el delantero de los Wolves iba a buscar el rebote. McDaniels dijo que «sólo estaba tratando de defenderme» cuando Thompson lo agarró por el cuello.

Hubo cierta agresión inicial entre los equipos, pero McDaniels no anticipó que la tensión se desbordaría.

“Hubo algunas charlas de un lado a otro, pero no lo tomé en serio”, dijo McDaniels. «Me estaba riendo. Y luego supongo que para él era algo más importante”.

Thompson y Green no estuvieron disponibles para hacer comentarios después del partido.

Después de que comenzó la pelea, Gobert dijo que se involucró para “reducir la tensión de la situación”. Cuando Green lo agarró, Gobert levantó las manos para evitar empeorar las cosas.

“Mi primer pensamiento fue simplemente: ‘No voy a pelear. Necesito estar en este juego para ayudar a mi equipo’”, dijo Gobert. “Simplemente le mostré al árbitro que tenía las manos en alto y esperé hasta que la situación terminó. Nada más que eso. No fue un estrangulamiento lo suficientemente bueno como para hacerme dormir”.

El jefe de equipo, Tyler Ford, le dijo a un periodista del grupo que Gobert era considerado un “pacificador” y por lo tanto no fue expulsado por su participación.

«Pensé que las expulsiones fueron las correctas», dijo el entrenador de Minnesota, Chris Finch. “Pensé que estaban justificados. Pensé que (los árbitros) hicieron un buen trabajo al tomar el control del juego desde ese punto de vista. El partido fue muy físico, pero no fue un partido muy peligroso ni fuera de control”.

Si bien Gobert dijo que no se sintió inseguro durante la pelea, espera que la NBA castigue a Green por sus acciones.

«Espero que la liga haga lo que hay que hacer», dijo.

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