Al menos 13 personas murieron debido al paso del huracán Beryl, ahora convertido en tormenta tropical, por la región de Houston, Texas, en el suroeste de Estados Unidos, según el último balance.
El dato ha sido publicado por el diario The Houston Chronicle tras recopilar la información que se conoce hasta el momento y ha destacado que podrían pasar semanas hasta que se conozca una cifra oficial de víctimas.
El Instituto de Ciencias Forenses del Condado de Harris será el encargado de proporcionar una cifra más precisa. “La gente quiere tener la información más rápido de lo que dura el proceso”, indicó el portavoz de la Oficina de Gestión de Emergencias de Houston, Brent Taylor.
El paso del huracán Beryl provocó fuertes vientos, graves inundaciones y un corte del suministro eléctrico que afecta todavía a casi 700.000 personas. Mientras, continúan las lluvias en la zona.
Beryl fue rebajado a categoría de tormenta tropical en la tarde del lunes tras perder fuerza lejos de las aguas del golfo de México, si bien al tocar tierra a las 04:00 horas del lunes en Matagorda, Texas, se volvió a fortalecer como huracán de categoría 1.
La OEA pidió ayuda financiera para los países del Caribe
La Organización de Estados Americanos (OEA) expresó este viernes su preocupación por los “devastadores efectos” del huracán Beryl en varios países miembro, especialmente en el Caribe, y solicitó ayuda financiera para “la reconstrucción” de las infraestructuras dañadas y la recuperación de su producto interno bruto (PIB).
San Vicente y las Granadinas, Barbados, Santa Lucía, así como las islas de Carriacou y Petite Martinique en Granada, fueron las islas caribeñas que mayor embate recibieron del huracán Beryl hace ya más de una semana.
Los sectores de la agricultura y la pesca fueron los más afectados por los potentes vientos del poderoso huracán de categoría 5, la máxima en la escala de intensidad Saffir-Simpson.
Por ello, el Consejo Permanente de la OEA aprobó una resolución en la que solicita la “capitalización inmediata” y puesta en marcha del ‘Fondo de pérdidas y daños’ para “prestar asistencia a los países en desarrollo que son particularmente vulnerables” a los efectos del cambio climático y a los estados miembros afectados por el huracán.
Instó a la finalización del nuevo objetivo cuantificado en el proceso de la Convención Marco de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático (proceso CMNUCC), sobre la base del compromiso actual de los países desarrollados de “movilizar 100.000 millones de dólares anuales para apoyar la acción climática en los países en desarrollo”.
Pide además a las instituciones financieras y de desarrollo internacionales que liberen fondos para los pequeños estados insulares en desarrollo afectados por catástrofes, y que cancelen, aplacen o reprogramen los pagos de deuda.
Por último, insiste en la necesidad de prestar asistencia a los estados miembros de la OEA afectados por huracanes y otros desastres relacionados con el clima para fomentar su resistencia, “mediante la inversión en infraestructura, sistemas de alerta temprana y programas de preparación de las comunidades”, entre otros.