¿Cuál es la dieta frugívora que seguía Steve Jobs y la que enfermó a Ashton Kutcher por emularla?

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Cuando Ashton Kutcher se preparaba para interpretar a Steve Jobs en la película «Jobs: El hombre que revolucionó al mundo», decidió sumergirse por completo en el estilo de vida del famoso cofundador de Apple.

El magnate tecnológico, fallecido en octubre de 2011, no solo era conocido por su innovación, sino también por sus hábitos alimenticios poco convencionales, que incluían una dieta frugívora centrada principalmente en el consumo de frutas. Para meterse en el papel, el actor siguió este plan estricto, pero le causó serios problemas de salud.

El impacto de la dieta frugívora en Ashton Kutcher

Durante la presentación de la película en el festival de cine de Sundance, Ashton Kutcher reveló que terminó en el hospital a causa de los problemas derivados de seguir la dieta frugívora. En específico, desarrolló una afección en el páncreas tras adherirse a la dieta basada exclusivamente en frutas, frutos secos y semillas, en un intento por captar mejor el estilo de vida de Jobs.

En una entrevista con USA Today, el actor describió cómo, a solo dos días de comenzar el rodaje, sufrió un dolor intenso en el abdomen y fue hospitalizado de urgencia. Los médicos diagnosticaron que tenía los niveles de páncreas alterados y le advirtieron sobre los riesgos de la dieta que había adoptado. Esta situación fue especialmente preocupante para Kutcher, dado que Jobs falleció en 2011 a causa de un cáncer de páncreas.

¿Qué es la dieta frugívora?

La dieta frugívora, o frutariana, es una variante del veganismo que se basa en el consumo exclusivo de frutas, junto con algunos frutos secos, semillas y, en algunos casos, cereales. Se caracteriza por eliminar todos los productos de origen animal, al igual que los alimentos cocidos o procesados.

Aunque se pueden incluir alimentos saludables, también es extremadamente restrictiva, lo que puede llevar a deficiencias nutricionales si no se sigue con cuidado. Según varios especialistas en nutrición, el consumo excesivo de frutas y la falta de otros nutrientes esenciales pueden generar desequilibrios en el organismo, lo que afecta, entre otras cosas, el funcionamiento del páncreas.

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