Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro no logran atraer al número de extranjeros que sus organizadores esperaban. Su objetivo era que un 30% de los compradores fuesen de fuera de Brasil, pero, a menos de un mes del evento, ese número está en torno al 23% de los 4,3 millones de entradas vendidas, sobre un millón de aficionados. El público extranjero, liderado por EE UU, Francia, Argentina, Alemania y Japón, podría aumentar en función de los resultados de cada país. La clasificación de un equipo argentino, por ejemplo, puede atraer a visitantes de última hora.
Las cifras de los dos Juegos Olímpicos anteriores sugieren que la meta establecida por el Comité Río 2016 tal vez se pasara de ambiciosa. En Londres 2012, los extranjeros compraron aproximadamente un 25% de los 8,5 millones de entradas; poco, pero hubo competiciones, las más populares, como los 100 metros de atletismo, con Usain Bolt como estrella, en las que prácticamente la mitad del público venía de fuera. En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, el 70,6% de los asientos lo ocuparon chinos y, descartando las entradas destinadas a las federaciones y los patrocinadores, solo el 16,5% de las ventas fueron internacionales, según datos de la candidatura.
Aparte del reto que supone hacer del evento algo lo más internacional posible, el Comité Río 2016 todavía necesita vender un 29% de las entradas que ha ofrecido. Las más caras, como las de la ceremonia de apertura, que costaban de 200 a 4.600 reales (de 61 a 1.395 dólares) están casi agotadas, pero todavía hay 1,7 millones de entradas, que van desde los 20 reales (6 dólares) del fútbol femenino a los 900 reales (273 dólares) de las finales de gimnasia artística o baloncesto, sin comprador.
Evitar la mala imagen que da un mar de asientos vacíos durante las competiciones es un problema crónico de todas las ediciones olímpicas. Los Juegos de Atenas fueron recordados por la prensa por la enorme cantidad espacios vacíos, como también sucedió en Pekín o Londres.
A pesar del lento ritmo de las ventas, el Comité afirma que ha alcanzado más de un 90% de los 1.045 millones de reales (317 millones de dólares) en ingresos que se habían proyectado por la venta de entradas. Pero cumplir o superar las metas no hace que los organizadores sean inmunes a críticas. El Comité Olímpico de Londres 2012, que recibió elogios en su momento por su estrategia de ventas de entradas, superó en un 32% su meta de ingresos, batió el récord que, hasta entonces, estaba en posesión de Atenas 2004 y se quedó a sólo 300.000 entradas de completar aforo. Pero también fue criticado por haber perdido la oportunidad, ya que había ganado millones de libras más de lo previsto, de ofrecer entradas a precios más populares.