Trump pide la dimisión de la jueza de la Corte Suprema que lo llamó «farsante»

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Ruth Bader Ginsburg, de 83 años, es la magistrada de mayor edad de la Corte Suprema

El virtual candidato republicano, Donald Trump, pidió la dimisión de la magistrada de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg por su crítica abierta hacia el empresario, que ha sido reprochada incluso por algunos demócratas por considerar que fue demasiado lejos.

La jueza de tendencia liberal ha advertido del peligro que enfrenta el país si el magnate llega a la presidencia. Sus comentarios han generado una nueva polémica en medio de la contienda electoral sobre si como miembro del máximo tribunal del país se extralimitó dando una opinión política.

El detonante es que no fue algo que se le escapó o que solo haya dicho una vez. En una entrevista el pasado viernes con la agencia AP dijo que no se podía imaginar a Donald Trump como presidente de EEUU, declaración que volvió a hacer el fin de semana en conversación con el diario The New York Times.

“No puedo imaginarme cómo sería este lugar (la Suprema Corte). No puedo imaginarme lo que sería el país con Donald Trump como presidente”, afirmó al Times.

Como era previsible, Trump reaccionó a las opiniones de Ginsburg exigiendo una disculpa y horas más tarde pidiendo incluso su dimisión, como expresó en un mensaje en su cuenta de Twitter sugiriendo que la jueza, de 82 años, no está en condiciones de seguir en el cargo.

Pero ella, por el contrario, aseguró este martes a CNN que no se retracta de lo dicho y añadió fuego a la hoguera afirmando que el magnate es “un farsante”.

“Él (Trump) no tiene consistencia consigo mismo. Dice cualquier cosa que se le viene a la cabeza en el momento. Tiene realmente un ego (…) ¿Cómo ha logrado librarse de no revelar su declaración de impuestos?”, señaló.

Sin embargo, no ha sido bien visto que la exprese su opinión por el cargo que ostenta y desde el cual está supuesta a ser prudente con mostrar su filiación política, mucho más en época de campaña electoral. Es algo que incluso los demócratas, que la defienden y son afines con ella, han criticado.

Aunque el magnate ha generado cualquier cantidad de controversias en el trayecto de su campaña, algunas incluso involucrando jueces, en esta ocasión hay quienes consideran que lo que ha hecho Ginsburg es ‘pasarse de la raya’. Es el caso de varios senadores del Partido Demócrata que fueron consultados por el portal Politico al respecto y se mostraron en desacuerdo.

“Todos sabemos que los jueces de la Suprema Corte de Justicia tienen opiniones políticas. No estoy seguro si estamos bien servidos por ellos si están ventilándolas abiertamente”, dijo el senador de Connecticut Chris Murphy.

Otro de los demócratas que comparte esta visión es el senador de Illinois Dick Durbin, quien aseguró que “ella pudo haberse salido un poco de su jurisdicción y haber sido más franca y política de lo que debería haber sido”, a lo que agregó que es algo muy inusual.

Varios líderes demócratas se negaron a comentar, y algunos otros senadores como Sheldon Whitehouse suavizaron su crítica. “Ese no es el tipo de cosas que usualmente dice la Corte Suprema de Justicia, pero no puedo criticar su precisión”, indicó.

El rechazo de la posición de Ginsburg por parte de los republicanos fue evidentemente más notorio. El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConell, dijo en conferencia de prensa que estos eran comentarios “totalmente inapropiados” que “aumentan el nivel de escepticismo que tienen a veces los estadounidenses acerca de qué tan objetiva es la Corte Suprema” a la hora de inclinar sus decisiones hacia un lado u otro.

El debate de seguro continuará y, aunque los demócratas estén intentando mantenerse al margen para no agitar más la marea política, es un hecho que bien podría sentar precedente, porque entre cosas, Ginsburg ya ‘tomó partido’ y esto la descalificaría para participar en cualquier caso que involucre a Donald Trump en el futuro.

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