La actriz Jennifer Aniston publica en The Huffington Post un extenso artículo en el que asegura estar harta del escrutinio público al que se somete diariamente.
«Para que conste, no estoy embarazada. Lo que estoy es harta». Cansada de los rumores que apuntan día sí y día también sobre un posible embarazo, Jennifer Aniston publicaba hace unas horas una columna muy crítica en The Huffington Post. La actriz hace referencia al acoso que sufre por parte de la prensa. «Para que conste, no estoy embarazada. Lo que estoy es harta. Estoy harta de esta humillación física que se realiza todos los días con el pretexto del periodismo, de la Primera Enmienda y de las noticias de celebridades. No necesitamos estar casadas o ser madres para sentirnos completas», escribía la actriz.
«La objetivación y escrutinio en el que ponemos a las mujeres es absurdo y perturbador. La manera en que soy retratada por los medios es un simple reflejo de cómo vemos y retratamos a las mujeres en general, en comparación con algún estándar deformado de la belleza», continúa el escrito. «Usamos las noticias de celebridades para perpetuar esta visión deshumanizante de las mujeres, centrada únicamente en la apariencia física, que los tabloides convierten en un evento deportivo de especulación. ¿Está embarazada? ¿Está comiendo mucho», añadió la intérprete.
«El mensaje de que las niñas no son bonitas si no son delgadas, que no son dignas de nuestra atención a no ser que se vean como una supermodelo o una actriz en la portada de una revista es algo que todos compramos de buena gana. Este condicionamiento es algo que las chicas llevan desde la pubertad», señala la protagonista de Friends.
Le actriz continúa su artículo abogando porque las mujeres decidan por sí mismas su propia felicidad. «Estamos completas con o sin pareja, con o sin un niño. Tenemos la oportunidad de decidir por nosotras mismas lo que es bello cuando se trata de nuestros cuerpos. Esa decisión es nuestra y sólo nuestra. Vamos a tomar esa decisión por nosotras mismas y por las mujeres jóvenes en este mundo, que se ven en nosotros como ejemplos. Vamos a hacer que la decisión sea consciente, fuera del ruido de la prensa. No necesitamos estar casadas o ser madres para estar completas. Tenemos la oportunidad de determinar nuestro propio «felices para siempre», alega la estrella de 47 años.
«Me he cansado de ser parte de esta narrativa. Si puedo ser madre algún día y si alguna vez lo hago, serán los primeros en saberlo», añadía. «Me ofenden cuando me hacen sentir «menos» porque mi cuerpo está cambiando y/o comí una hamburguesa en mi almuerzo y fui fotografiada desde un ángulo extraño y por lo tanto se me considera, o «gorda» o» «embarazada». Y ni hablar de la dolorosa incomodidad que conlleva ser felicitada por mis compañeros de trabajo, amigos y desconocidos sobre el embarazo ficticio (a menudo una docena de veces en un solo día), concluye la californiana.