La burocracia y la inoperancia son los mayores problemas del programa de las cámaras del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1.
Esto provoca que algunos casos que investigan la Fiscalía del Distrito Nacional y las barriales no cuenten con un vídeo, prueba primordial para algunos procesos.
Desde el Gobierno explicaron que uno de los mayores problemas es que las cámaras de vídeo de vigilancia del sistema no han podido funcionar todas al mismo tiempo. Sin embargo, afirman que uno de los programas del Gobierno que cuenta con mayores recursos es el Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1.
Los investigadores de delitos y crímenes se quejan de que uno de los inconvenientes que encuentran es que algunas de las cámaras del 9-1-1 no funcionan, porque están dañadas o la imagen no se visualiza por que están deterioradas.
Ellos se percatan de esa situación cuando solicitan a los operadores del sistema un vídeo de una cámara donde ha sucedido un hecho, y la respuesta es que: “la cámara no grabó nada del hecho porque estaba dañada”.
Entonces, el caso no cuenta con esta prueba científica, que es importante para presentarlo en la Justicia. Pero no siempre sucede ese inconveniente, porque en otras ocasiones las cámaras del sistema funcionan al momento de ocurrir el hecho, y se ha extraído del vídeo las imágenes, que se ven nítidas por su alta resolución, pero entonce lo entregan al mes de su solicitud.
Según especialistas, para la selección de cámaras se debe tomar en cuenta el clima del país donde se colocarán, como la calidad de los equipos para darles mantenimiento.