En enero de 2014, la barba de la máscara de Tutankamon, la pieza funeraria egipcia más importante del mundo, se desprendió por accidente durante unos trabajos de iluminación en el museo que la alberga en El Cairo.
La pieza volvió de inmediato a su lugar, pero pegada con una resina epóxi de uso casero, muy alejada en calidad de las necesidades de una reliquia que carga con más de 3.000 de historia.
Egipto ha anunciado ahora que una comisión integrada por alemanes, británicos y expertos locales ya trabaja sobre el tesoro faraónico para subsanar el error. El gobierno egipcio, incluso, se ha mostrado contento con el accidente que casi destruye el mayor tesoro del país.
«El daño de la máscara podría haber traído, después de todo, algo bueno», dijo el ministro de Antigüedades egipcio, Mamdouh Al Damaty. «La pieza ha sido objeto de estudios científicos exhaustivos. El accidente nos dio la oportunidad de hacerlo», argumentó.
Arqueólogos británicos descubrieron la máscara de entierro faraónica en la tumba de Tutankamon junto con otros objetos en 1922. Desde entonces poco se ha hecho sobre ella,más allá de la exposición.
«Gracias a los trabajos de reparación podremos saber ahora cómo fue fabricada y de qué materiales está hecha. Así que todo esto será bueno para la ciencia de la antigüedad «, dijo el funcionario.
El equipo ha sometido la máscara a exploraciones 3D microscópicas. Los resultados se esperan hacia fin de año, pero las fotos de su trabajo ya han permitido captar detalles únicos de la pieza.
Los expertos están ahora tratando de quitar el pegamento utilizado en la barba sin causar más daño. Luego buscarán la mejor forma de pegar otra vez la parte rota.
«Todavía no hemos desarrollado un nuevo pegamento porque no hemos quitado la barba. Antes de determinar qué producto usaremos tenemos que conocer la situación exacta bajo la pieza rota», dijo Christian Eckmann, jefe del equipo de restauración internacional.