El papa Francisco expresó «dolor y horror» por el «asesinato bárbaro» de un sacerdote en una iglesia de Francia, declaró este martes el vocero del Sumo Pontífice, Federico Lombardi.
«Estamos particularmente afectados por esta violencia horrible ocurrida en una iglesia, un lugar sagrado en el que se anuncia el amor de Dios», señaló en un comunicado.
La santa sede reaccionaba así al trágico desenlace de una toma de rehenes ocurrida en la pequeña localidad francesa de Saint-Etienne-du-Rouvray, en el norte de Francia.
El arzobispo de la cercana ciudad de Rouen, Dominique Lebrun, indicó que la víctima se llamaba Jacques Hamel y tenía 84 años. Sus agresores fueron abatidos por la policía.
El Papa condena «toda forma de odio y reza por las personas afectadas», señaló Lombardi, aludiendo a la solidaridad del Vaticano con «la Iglesia en Francia, la Archidiócesis de Rouen, la comunidad afectada y el pueblo francés».
Este último ataque aumenta la tensión en Francia, un país golpeado en los últimos 18 meses por varios atentados yihadistas.