La nueva publicación de la Lista Roja de Especies Amenazadas a cargo de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) clasifica al oso panda como «vulnerable» en lugar de «amenazado», reflejando de esa forma el aumento de los ejemplares que viven en libertad en el sur de China. La población depandas salvajes pasó de 1.596 en 2004 a 1.864 en 2014 gracias a la labor de varias entidades que ayudaron a su recuperación.
Según el informe de IUCN, esta mejora confirma que los esfuerzos de protección de los animales del Gobierno chino están funcionando. Sin embargo, el cambio climático sigue amenazando con acabar con más del 35% del hábitat de bambú – del que dependen los pandas- en los próximos 80 años, de ahí la denominación de especie «vulnerable», en el sentido de que el riesgo de extinción no ha desaparecido.
Malas noticias para los gorilas
Mientras el estatus de los pandas ha mejorado, otras especies afrontan amenazas cada vez mayores, como ocurre con el gorila oriental (Gorilla beringei), el primate más grande de las selvas de Ruanda, Uganda y República Democrática del Congo, que ha pasado de la categoría «en peligro de extinción» a «en peligro crítico», quedando a un paso de la desaparición.
Ese animal, que se divide en dos subespecies, ha registrado una drástica disminución de más de 70 por ciento en el número de ejemplares en dos años, y se estima que quedan menos de 5.000 gorilas, según la UICN, debido, principalmente, a la amenaza que supone la caza furtiva.
La Lista Roja de la UICN, que se actualiza cada dos años, abarca 82.954 especies, de las que 23.928 están en riesgo de extinción.