La longevidad humana suele ser vinculada a factores genéticos, la restricción calórica, y a ciertos factores de estilo de vida como la actividad física o la dieta mediterránea.
Ahora, investigadores italianos de la Universidad de Roma La Sapienza han identificado que la buena microcirculación o la circulación sanguínea capilar, es un factor adicional que contribuye significativamente a la longevidad humana.
En concreto, niveles bajos en la sangre de la denominada hormona péptido adrenomedulina (bio-ADM) sería un síntoma claro de una óptima microcirculación y, por consiguiente, de una mayor esperanza de vida, informa la revista digital científica EurekAlert!
Por el contrario, las personas con un alto contenido de este péptido presentan un cuadro bastante peor de microcirculación y presión arterial, especialmente en lo referente a la vasodilatación y el estado de sus vasos sanguíneos, lo que podría provocar una vida más corta.