Tras la polémica con Rusia, el Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó este lunes que Abu Muhammad al Adnani, vocero del Estado Islámico, fue abatido en un ataque aéreo norteamericano en el norte de Siria, y no por una operación rusa, como lo había informado el Kremlin.
La operación, que tuvo lugar en las cercanías de Al Bab, acabó con el principal propagandista, reclutador y arquitecto de las operaciones exteriores del grupo yihadista, según indicó el secretario de prensa del Pentágono, Peter Cook.
«Es parte de una serie de exitosos ataques contra líderes del ISIS, incluyendo a los responsables de finanzas y de la planificación militar, lo que dificulta el funcionamiento del grupo», añadió.
La ofensiva aérea del 30 de agosto fue llevada a cabo por un drone Predator, que disparó un misil Hellfire al vehículo en el que se transportaba Al Adnani.
Las autoridades norteamericanas sostienen que el líder yihadista fue el principal portavoz de ISIS y que había desempeñado un papel importante durante algunas de las acciones de más alto perfil del grupo el año pasado, como las llevadas a cabo en París, en los aeropuertos de Bruselas y Estambul y en un café de Bangladesh, así como el derribo de un avión de pasajeros ruso y los atentados suicidas contra manifestantes en Ankara.
Por su parte, Cook señaló que el terrorista abatido había coordinado a combatientes, promovido ataques de «lobos solitarios» contra civiles y militares, y participado activamente en campañas de reclutamiento para el grupo yihadista.
Poco después del ataque al vocero de ISIS, Rusia dijo que era responsable de su muerte, una reivindicación que funcionarios del Pentágono calificaron como «una broma».