Los avances científicos y tecnológicos han sido el gran motor de la evolución en las últimas décadas. Traen consigo nuevos hábitos, modifican nuestro ritmo de vida y también nuestras costumbres.
En los últimos cinco años el software se ha instaurado por completo en nuestras vidas… y en nuestros platos. Hoy en día, es totalmente natural reservar mesa en un restaurante, fotografiar y compartir nuestras experiencias gastronómicas o llevar el control de nuestra dieta a través del teléfono móvil. Nuestra manera de relacionarnos con la comida ha cambiado por completo.
Sin embargo, la revolución tecnológica no termina ahí. Muy pronto superará apps y dispositivos para llegar directamente a los alimentos que ingerimos, según vaticina Reimagine Food, el primer centro de innovación de la alimentación del futuro.
6 tendencias que marcarán nuestra dieta en 2020
Reimagine Food, como observatorio privilegiado del enorme avance tecnológico del sector y socio de innovación disruptiva para la industria alimentaria, recoge en un informe las principales tendencias que se irán consolidando en los próximos años y que están transformando nuestra alimentación.
1. Superalimentos ricos en proteínas y nutrientes que nos asegurarán el consumo diario que necesitamos. Con algunos de ellos —como las bayas de Goji, la chía, el kale o la quinoa—, ya estamos familiarizados, pero todavía existen muchos por descubrir, como es el caso del vegetal asiático Kahi-Nam, que reúne las propiedades del brócoli, las espinacas y la col (proteína, fibra, hierro, magnesio, vitaminas, antioxidantes). La empresa GreenOnyx ha creado un pequeño electrodoméstico para cultivarlo en casa.
2. Alternativas a la carne: Tendremos a nuestra disposición nuevos alimentos que sustituyen ingredientes animales por vegetales casi sin variar sabor y textura. Desde Modern Meadow (creadores de la primera hamburguesa in-vitro), Impossible Foods (carnes y quesos sin utilizar animales), Hampton Creek, (huevo con proteína vegetal) a Beyond Meat (sustitutos de pollo y ternera con proteínas de origen vegetal). Y si Mercadona ha creado su propia línea de “carne vegetal”, es que el meatless power pega fuerte.
3. Insectos. Las fuentes alternativas de proteínas se están consolidando, y los insectos van a jugar un papel crucial en ese panorama. Y si no, que se lo pregunten a la FAO, que predica las virtudes y ya ha identificado 1.900 especies de insectos aptas para el consumo humano, o a las numerosas empresas dedicadas a la comercialización de barras a base de harina de grillo que han surgido en los últimos años, como Exo, Jungle Bar, Chapul o Crobar —por citar algunos nombres—. Si los bichitos no te van, siempre puedes animarte con los guisantes que son el vegetal con mayor valor proteico, con el que ya se fabrican snacks, pasta e incluso batidos.
4. Sustitutos de los alimentos. Los nuevos ritmos de vida marcan nuestras preferencias a la hora de comer. Y lo cierto es que cada vez optamos más por comida preparada, pero también queremos una alternativa sana, rápida, y que no nos complique mucho la vida. De esta problemática nació Soylent, el alimento de moda en Silicon Valley: un batido que aporta todos los nutrientes y las calorías necesarios para un día. Algunos lo consideran la comida del futuro, otros el anti-food. Y no son una rara avis, otras startups con productos similares han conseguido rápidamente jugosas inversiones que les auguran un futuro prometedor.
5. Alimentos que curan o previenen: Bebidas antioxidantes, refrescos probióticos (con bacterias beneficiosas para la digestión y el sistema inmunológico), snacks aptos para diabéticos, pharma foods… Los alimentos que contribuyen a prevenir o curar patologías diversas son categorías emergentes, alineadas con las nuevas preocupaciones del consumidor.
6. Alimentos inteligentes: Nanotecnología en nuestro estómago. Alimentos que nos permitirán observar su trazabilidad y comportamiento en tiempo real dentro de nuestro organismo. En esta categoría también incorporaríamos el poder que nos ofrecerá la tecnología para personalizar los alimentos según nuestras necesidades o enfermedades.
Para algunos, estos cambios están llamados a salvar al planeta y la salud de la humanidad, otros los consideran auténticos destructores de nuestra cultura gastronómica. Aunque puedes estar tranquilo: quizás la preparará con huevos que no son huevos, a lo mejor las patatas crecerán en un huerto vertical o estarán hechas de algas, es posible que contengan algún que otro grillo, pero lo que es seguro es que la tortilla de tu madre seguirá siendo la mejor del mundo.