Las semillas, incluidas muestras de trigo, cebada y pastos adaptados a las regiones secas, han sido retiradas de la bóveda internacional “del fin del mundo” en Svalbard por investigadores en Medio Oriente, informa Reuters. El objetivo es reemplazar las semillas en un banco de genes cerca de la ciudad siria de Alepo, dañada por la guerra civil, y se trata de la primera solicitud desde que la instalación se inauguró en 2008.
El banco de semillas de Alepo ha mantenido el funcionamiento en parte, incluyendo un almacenamiento en frío, a pesar del conflicto. Sin embargo, ya no es capaz de mantener su papel como centro de cultivo de semillas y su distribución a otras naciones, principalmente en Oriente Medio, señala el medio.
Quieren retirar 130 cajas de la bóveda para reponer en el banco de la ciudad siria de Alepo
Las semillas han sido solicitadas por el Centro Internacional de Investigaciones Agrícolas en Zonas Áridas (ICARDA), que trasladó su sede a Beirut desde Alepo en 2012, debido a la guerra. La organización quiere retirar casi 130 cajas de 325 que había depositado en la bóveda, que contiene un total de 116.000 muestras.
La bóveda, que se abrió en el archipiélago noruego de Svalbard en 2008, está diseñada para proteger las semillas de cultivos de cataclismos globales como guerras nucleares o enfermedades. El enorme depósito subterráneo cuenta con más de 860.000 muestras provenientes de casi todas las naciones, incluyendo a Irak y Corea del Norte.
El enorme depósito subterráneo cuenta con más de 860.000 muestras provenientes de casi todas las naciones, incluyendo a Irak y Corea del Norte
La bóveda es impermeable a la actividad volcánica, los terremotos, la radiación y la crecida del nivel del mar, y en caso de fallo eléctrico, el permafrost (capa de hielo permanentemente congelada) del exterior actuará como refrigerante natural.
La ubicación a 130 metros (430 pies) sobre el nivel del mar asegurará que el suelo esté seco, incluso si aumenta el nivel del mar por derretimiento de los hielos polares.