La economía de Estados Unidos en 2017: ¿Por qué la incertidumbre es el mayor riesgo?

Escrito por Knowledge@Wharton

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Cuando la Administración Trump se instale en la Oficina Oval a finales de enero, uno de sus principales objetivos debería ser dejar claras sus políticas, según Patrick Harker, presidente y consejero delegado del Banco de la Reserva Federal de Filadelfia, que anteriormente fue decano de Wharton y presidente de la Universidad de Delaware.

“Lo que más me preocupa son mis preocupaciones”, dijo Harker. “El mayor riesgo que enfrentamos es la incertidumbre. Si le preguntas a cualquier líder empresarial, su mayor preocupación es que “cualesquiera que sean los cambios, deben ocurrir de forma gradual. Tenemos que adaptarnos’. Han formado parte de un mundo de cambios durante mucho tiempo. Eso no va a desaparecer; no podemos eliminar el cambio …. La mayor preocupación de estos líderes es que si algo les golpea, simplemente no puedan o no cuenten con el tiempo y los recursos para adaptarse”.

Harker y el profesor de Finanzas de Wharton Jeremy Siegel discutieron las perspectivas para la economía estadounidense en 2017 en el programa “Behind the Markets” en Wharton Business Radio, en el canal 111 de SiriusXM. Siegel conduce el programa con Jeremy Schwartz, director de investigación de WisdomTree.

Harker parecía hacerse eco de los sentimientos de la Reserva Federal, de acuerdo a los registros de las actas de la reunión del FOMC (comité de política monetaria de la Fed) del 13 al 14 de diciembre, que se publicaron recientemente. “Los miembros del FOMC señalaron una serie de riesgos que, si se materializan, podrían requerir un camino diferente de la política del que actualmente se espera”, según las actas.

“Además, la incertidumbre respecto a las políticas fiscales y otras políticas económicas había aumentado. Los participantes coincidieron en que era demasiado pronto para saber qué cambios se introducirían en estas políticas y cómo esos cambios podrían alterar las perspectivas económicas …. Además, muchos participantes subrayaron que la mayor incertidumbre sobre estas políticas hacía más difícil comunicar al público la probable trayectoria de la tasa de interés de los fondos federales”.

Siegel dijo que la victoria de Trump “ha cambiado todo para la Fed así como para la economía”. Él estuvo de acuerdo en que muchas políticas básicas del Partido Republicano, muchas de las cuales apoya Trump, “son muy positivas para el mercado”. Los mercados financieros estaban preparados para una victoria de Hillary Clinton, se ajustaron rápidamente a la realidad de Trump como presidente y se movilizaron de cara al futuro. “Pensé que les tomaría un poco más de tiempo pasar de los aspectos negativos a los positivos”, dijo. “Necesitaron alrededor de seis horas antes de que dijeran: ‘Vaya, esto podría ser muy, muy bueno’”. Los precios de las acciones y los rendimientos de los bonos mostraron “un incremento tremendo”.

Siegel añadió que los mercados financieros se sintieron aliviados después de que tras su victoria, Trump tomara una línea más flexible en cuestiones como las relaciones de Estados Unidos con China y México que durante la campaña. “Lo primero que no dijo fue que iba a mandar construir el muro [en la frontera con México] y cortar el comercio con China, lo que por supuesto asusta al mercado, y con razón …. Se adoptó una postura mucho más conciliadora con estos temas y nombró a personas que son sensibles con la globalización y entienden la importancia del comercio”. También ayudó el que Trump pareciera abrazar la agenda del Partido Republicano y estuviera dispuesto a reunirse con Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes. Los representantes que apoyaron a regañadientes a Trump.

Según Harker, parte de la reacción del mercado fue simplemente resolver la incertidumbre alrededor del período electoral, aclarando que él hablaba en propia persona y que sus comentarios no reflejaban los de la Reserva Federal o el FOMC. “El rumor en el mercado es que la gente es optimista, pero hasta que adopte políticas específicas acerca de lo que podemos modelar y analizar, es difícil decir si el mercado ha reaccionado o no de forma tímida o exagerada, o si va a impulsar o no el crecimiento económico”.

Harker hace referencia al llamado Partisan Conflict Index [Índice de conflicto partidista] que el Banco de la Reserva Federal de Filadelfia publica y que realiza un seguimiento “del grado de desacuerdo político entre los políticos estadounidenses a nivel federal”, como se desprende de los informes de los medios de comunicación. “Cuando hay conflicto partidista, se obstaculiza el desarrollo económico y el crecimiento económico”, dijo. “Cualquier incertidumbre es mala para los mercados”. Harker dijo que el índice se mantuvo alto todo el tiempo durante las elecciones. Sin embargo, predijo que el índice caería después de que se tuvieran en cuenta los datos posteriores a las elecciones.

Según Siegel, la perspectiva de la reducción de impuestos para las empresas en el Gobierno Trump fue un factor importante en el aumento del 6% al 8% en el índice S&P. “No sabemos si este factor será efectivo en 2017 o 2018, pero los analistas esperan un aumento del 10% de los beneficios empresariales como consecuencia de la reducción de impuestos”, dijo. “Eso por sí solo explica el incremento del 10% en los mercados”. El segundo factor que explica el aumento del índice es la esperanza de que haya menos regulaciones, dijo Siegel. También hay expectativas de que la Ley Affordable Care Act [Ley de Servicios de Salud, también conocida como Obamacare] sea derogada, al mismo tiempo que haya más flexibilización en las regulaciones del sector financiero. Otro factor es el gasto en infraestructuras, lo que empujaría al alza algunas acciones y materias primas relacionadas con ello, añadió.

La reforma de los impuestos a las empresas “es importante para que EE.UU. sea competitivo en todo el mundo”, dijo Harker. la posibilidad de que las empresas estadounidenses tengan que repatriar los impuestos tendrá un impacto positivo, añadió Harker. (Durante la campaña, Trump dijo que iba a gravar con el 10% en lugar del 35% actual, para que las empresas estadounidenses traigan el dinero que tienen en el extranjero). Nadie sabe lo que va a reemplazar la pérdida de ingresos como consecuencia de la exención ofrecida. “Otra cosa que nadie sabe es cómo todo el paquete fiscal corporativo ─no sólo los impuestos corporativos─ se resolverá a lo largo del tiempo.

Flexibilización de la regulación

Existe un” impulso positivo” en lo que respecta a cómo se sienten las personas en relación con la reducción de las regulaciones, dijo Harker, pero añadió que mucho depende de cómo las cosas vayan evolucionando con el tiempo. El Partido republicano había anunciado varias propuestas, pero todavía no se han finalizado. “¿Cómo serán estos paquetes al final? Para mí esto es fundamental. Es demasiado pronto para decirlo”.

Siegel indicó la posibilidad de que haya cambios en la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor, que entró en vigor después de la crisis financiera. “Hay cosas positivas y negativas en la Ley Dodd-Frank”, dijo. “¿Podríamos deshacer de forma selectiva partes de la ley y volver a estimular las actividades del sistema bancario?” Harker estuvo de acuerdo en que “hay partes de la ley que son buenas y deben mantenerse”. El dio el ejemplo de las disposiciones en ese estatuto para el proceso de resolución de los bancos en quiebra. “Ya sea la ley Dodd-Frank u otra ley, debemos tener un registro muy claro que nos dice lo que hay que hacer cuando un banco se enfrenta a problemas, cómo resolver rápidamente el problema en lugar de dejar que dure mucho tiempo”, dijo. “Cuando se extiende de forma indefinida ─como hemos visto suceder durante la crisis financiera de 2007-2008─ los efectos de contagio son muy graves”.

El régimen regulador de los bancos con un buen rendimiento también es cada vez más fácil, dijo Harker. Él ofreció el ejemplo del Banco de la Reserva Federal de Filadelfia. El banco supervisa el Tercer Distrito (el este de Pensilvania, el sur de Nueva Jersey y Delaware), una región, dijo, donde predominan los bancos comunitarios. “En una crisis, el péndulo oscila en una dirección, y luego comienza a moverse hacia la otra”, dijo. “Es posible observarlo. El periodo de análisis es cada vez más largo para los bancos comunitarios de buena reputación; no hay que hacerlo todos los años, se puede hacer cada 18 meses, podemos empezar a quitarles algunas cargas regulatorias”.

Harker dijo en respuesta a una pregunta de Siegel, que la Reserva Federal, por sí misma, puede hacer poco para desmantelar las regulaciones de una manera que pueda traer más certidumbre a los mercados. “Le corresponde al Congreso”, dijo. “Pero estoy convencido de que no queremos crear consecuencias imprevistas, mediante la eliminación de todo, cuando hay cosas que sabemos que están funcionando bien, u otras cosas que necesitan sólo el tiempo suficiente para saber si funcionan bien o no”.

Otro de los objetivos de la Fed es hacer un estrecho seguimiento del sistema bancario mundial. El Comité de supervisión bancaria de Basilea dijo el martes que había pospuesto una reunión para discutir la imposición de estrictas normas de solvencia del 8 de enero al 1 de marzo después de que representantes de la Unión Europea se opusieran a algunas propuestas. Harker dijo que la Fed está monitoreando la situación, en particular en lo que respecta a Italia. Añadió que, por ahora, la agencia no ve ningún efecto contagio significativo en el sistema financiero de Estados Unidos.

Impuestos regulables en la frontera

Siegel señala que algunos republicanos de la Cámara de Representantes están proponiendo una legislación “radical” en el llamado “impuesto ajustable en la frontera”. El plan prevé un impuesto del 20% sobre las importaciones y la exención del impuesto especial sobre los ingresos de los exportadores. Eso sería “devastador” para empresas como Wal-Mart, dijo Siegel. Harker dijo que no podía hacer comentarios específicos sobre el tema. “En este mundo global e interconectado en el que las cadenas de suministro se encuentran interconectadas en todo el mundo, cualquier cosa que ocurra será disruptiva”, dijo. “La pregunta que surge es la siguiente: ¿Esta disrupción valdrá la pena?” De acuerdo con Harker, los datos recientes mostraron que alrededor del 40% del valor agregado de los productos importados por los Estados Unidos de México está en realidad generado en EE.UU.”. Los productos de ingeniería tan complejos realizados en EE.UU. van a través de la frontera hacia México y luego regresan”, dijo. “Este tipo de cosas están sucediendo en todo el mundo, así que tenemos que desintegrar estas cadenas de suministro integradas para obtener una respuesta. No es como si simplemente estemos importando algo que está totalmente producido en China o México. Estas partes van y vienen. Esto hace que me detenga a la hora de ofrecer una opinión sobre el tema. Será mejor esperar hasta que estas cadenas de suministro se desenreden”.

Crecimiento y desempleo

Según Harker,” la política monetaria de la Fed es una herramienta extremadamente agresiva. Tenemos una herramienta que es básicamente la tasa básica de interés de la Fed [fondos federales] […] No creamos el crecimiento económico. Una buena política monetaria crea las condiciones para que haya crecimiento económico. El crecimiento económico se lleva a cabo a través de compañías reales y de las comunidades reales con personas reales que trabajan allí. Hay que centrarse en esas políticas y en nosotros mismos como facilitadores, para que la gente entienda lo que hacemos”.

Según Siegel, la Fed ha sido blanco de críticas injustas y se ha cuestionado su papel como promotora de crecimiento. “La Fed no es responsable de nuestro crecimiento insignificante de 2% al año. A largo plazo, la productividad es lo que cuenta”, dijo, e indicó que, junto con una desaceleración importante en el crecimiento de la población, la productividad cayó. Él se pregunta si no sería debido a la regulación o la disminución de la innovación excesiva.

Siegel señaló que a pesar de las propuestas de Trump, el salto en las acciones y los rendimientos de los bonos, el crecimiento del PIB real en 2017 en comparación con 2018 se espera que sea “sólo del 0,1%”. Esto puede interpretarse de tres maneras, dijo. En primer lugar, no hay grandes expectativas respecto a lo que Trump pueda hacer. En segundo lugar, mucho depende de trabajar en torno a las políticas de Trump cuando haya más claridad acerca de ellas. En tercer lugar, tal vez el crecimiento a largo plazo no sea mucho más que eso. “Si Trump fuerza la situación para que haya crecimiento económico, vamos a tener que elevar las tasas de interés para controlar el mercado de trabajo y contener la inflación”, dijo.

Harker dijo que, según su punto de vista, la tasa de crecimiento de PIB de Estados Unidos en 2017 será del 2,3%, volviendo a 2,1% en 2018 y 2019. Estas proyecciones no tienen en cuenta ningún estímulo económico que el Gobierno Trump y el nuevo Congreso pongan en marcha, añadió. Sin estímulo adicional, Harker proyecta una caída a un nivel por debajo de la tasa natural de desempleo. “De no haber un cambio en la productividad, tendremos algunas presiones inflacionarias, y hemos empezado a ver algo de eso en este momento”, dijo Harker.

Con relación a la fuerza de trabajo, Harker dijo que el momento de actuar sería cuando la tasa de desempleo caiga de forma significativa por debajo de la tasa natural de 4,7% o 4,8%. La tasa natural es la tasa a largo plazo en la que no hay presión inflacionaria significativa, dijo Siegel. La tasa de desempleo se redujo en 0,3 puntos porcentuales, hasta llegar a 4,6% en noviembre del año 2016 en base a los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en Inglés) el 2 de diciembre. La tasa de desempleo de diciembre “cambió un poco” hasta alcanzar un 4,7%, según el BLS al revelar sus datos más recientes (6 de enero). La Fed espera que la tasa de desempleo caiga en 2018 y 2019 hasta el 4,5%, pero Harker dijo que su expectativa es de 4,4%. “Debemos adaptarnos al marco político fuera de la política monetaria”, dijo Harker. “A medida que cambian estas cosas, debemos cambiar nuestras previsiones y nuestro camino”.

Perspectivas de la tasa de los fondos federales

Siegel preguntó a Harker cuánto le gustaría que subieran los tipos de interés, o la frecuencia de las subidas entre las reuniones de la Fed. La gráfica de puntos en 2017 muestra unos tres aumentos en las tasas de interés, mientras que el año pasado sólo hubo uno, dijo Siegel. La gráfica de puntos de la Reserva Federal publicada después de cada reunión muestra la tasa básica proyectada por los miembros del FOMC. En su última reunión el 12 de diciembre, la Reserva Federal elevó la tasa en 25 puntos base, pasando de 0,50% a 0,75% por unanimidad. “Creo que habrá tres aumentos en 2017”, dijo Harker. “Sin embargo, hay una gran cantidad de incertidumbre en todo esto. A medida que se subsanen las incertidumbres de las directrices, vamos a ver si habrá tres, dos o cuatro aumentos. Hoy en día, dado el estado de la economía y teniendo en cuenta, al menos, la mejor expectativa que tenemos en relación con la senda de crecimiento que estamos siguiendo, pienso que tres aumentos es lo apropiado”. Sin embargo, esto es algo que tendremos que volver a evaluar, añadió.

Siegel dijo que los analistas políticos ahora fijan la inflación en el 0%, lo que puede estar relacionado con “un crecimiento más lento a largo plazo y tal vez un crecimiento más lento de la productividad”. Harker dijo que toma en cuenta estos dos factores en su compromiso con una normalización más fuerte de las tasas de interés. “Todo se reduce a una cosa básicamente: ¿cómo promovemos el crecimiento económico en el país?”, dijo. “El crecimiento económico es el crecimiento de la productividad junto con el crecimiento de la población activa. Ninguna de estas cosas está bajo el control del sistema de la Reserva Federal. Estamos ahí para dar apoyo a este crecimiento a través de la política monetaria, pero estas políticas están fuera de nuestro control. El resto depende de los estados, las comunidades y las ciudades, tiene que ver con el cambio de la productividad y gente con altas habilidades entrando en la fuerza laboral de Estados Unidos; desde dentro y también desde fuera”.

Una posible controversia es la apelación de los republicanos para que la Reserva Federal siga la llamada regla de Taylor para el ajuste de las tasas de interés, o que al menos hagan uso de la evaluación comparativa. Creado por John Taylor, teórico de la política monetaria y académica y ex Secretario adjunto del Tesoro, la norma establece una estricta relación matemática entre la inflación, la producción y la base interbancaria federal, a excepción de todo lo que pueda estar sucediendo en la economía. “El Partido Republicano propuso una ley por la cual la Fed mira lo que está sucediendo y advierte al Congreso cuando se desvía de eso”, dijo Siegel. “La Fed es extremadamente celosa de su independencia y se irrita cuando le dicen cómo llevar a cabo la política monetaria”.

“En cada reunión, y en la preparación de todas las reuniones, se revisan estas reglas”, dijo Harker. “No hay una sola regla. Está la regla de Taylor, la regla de control ideal, etc. Analizamos todas ellas de forma cuidadosa para ver lo que dicen acerca del camino o la política adecuada para el tipo de base interbancaria. Dicho esto, para establecer la política de acuerdo con una regla, primero hay que elegir la regla. Es posible que se siga el modelo equivocado. A continuación, se insertan los datos en una plantilla que será revisada con el tiempo, que es trabajar con la imperfección”.

De acuerdo con Harker, los modelos que supuestamente guían las decisiones sobre las tasas de interés incorporan “datos que generan mucha preocupación: el PIB, la inflación, las cifras de desempleo, etc.”, que, por supuesto, siempre están cambiando. “Así que ahora tienes un modelo de riesgo y la incertidumbre en torno a los datos”, dijo, señalando que estos métodos pueden no tener como resultado una trayectoria de políticas apropiadas. “Como creador de modelos en mi carrera como analista cuantitativo, me resulta difícil aceptar eso. Creo que hay que analizar las reglas y tomarlas en serio. Sin embargo, sería muy difícil atar las manos de la comisión y decirle que debe utilizar una regla específica, ya que incluso podría ser motivo de discusión qué regla seguir”.

Aumento de la productividad

Siegel preguntó si EE.UU. sería capaz de escapar de la caída de la productividad. “Podría, pero nunca digas que no”, dijo Harker. “Soy optimista y creo firmemente en la creatividad de las empresas estadounidenses y líderes empresariales”.

Con las políticas de apoyo adecuadas, podría haber un aumento de la productividad, dijo Harker. La productividad cayó por varias razones, dijo, incluyendo el cambio de la fabricación de alta productividad a los servicios. “Estamos consumiendo más y más servicios a medida que envejecemos. Esta es una tendencia a largo plazo que no va a desaparecer”.

Harker también enumeró otros factores para la disminución de la productividad, como el impacto del “envejeciendo de las empresas y los trabajadores”, así como la desaceleración de la formación de nuevas empresas. “Las nuevas empresas tienden a tener una mayor productividad”, dijo. “Necesitamos estimular la formación de nuevos negocios y también tenemos que estimular a los nuevos trabajadores con las habilidades necesarias para que tenga lugar esta productividad”. Algunos temas “difíciles” que necesitan ser tratados incluyen, entre otros, la inmigración, especialmente en su relación con la demanda de trabajadores cualificados en alta tecnología, agregó. EE.UU. también necesita crear un entorno más competitivo”, para que haya una rotación de empresas”. A medida que un mayor número de empresas productivas entran en el mercado, habrá ganadores y perdedores y “hay que asegurarse de que esto suceda”.

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