La pregunta más esperada por los turistas del mundo cumple 90 años

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La primera en versión luxury fue servida el primero de mayo de 1927 en los aviones de la compañía Imperial Airways, antecesora de la British Airways. El servicio Silver wing, como se llamaba, fue lanzado en la ruta París-Londres.

Ya entonces, pero sobre todo hoy, era necesario distinguir entre aerolíneas low cost o no, entre duración de vuelo y, en especial, entre las distintas clases.

La comida, como el confort de los asientos y los servicios, hacen la diferencia. Se va de la comida de chef con estrellas, de la primera clase, al «todo pago» de las aerolíneas de bajo costo.

Hasta hace 50 años, la comida servida por las compañías aéreas era a base de buffets riquísimos, carne al horno, hasta langostas y jamones cortados al momento.

La Scandinavian Airlines dedicó todo un sitio web a su historia, comidas a bordo incluidas. Las fotos muestran los menús para los pasajeros entre los años 50 y 80, que no eran platos ya preparados, sino servicios por chefs y azafatas que daban la bienvenida a bordo como en los mejores restaurantes del mundo. Se bebía champaña, se comía caviar, salmón y salchichas.

Hoy todo cambió en el mundo de la comida a bordo de las aerolíneas, desde las low cost a las propuestas de chefs sobre las compañías más prestigiosas. El chef Gordon Ramsay reveló que se niega a comer lo que es ofrecido en los viajes en avión y que prefiere llevarse comida de su casa.

«Trabajé para compañías aéreas durante 10 años, entonces sé donde fue conservada la comida y cuánto tiempo transcurre desde el momento en que es preparada y es servida a bordo», admitió.

Indistintamente, en primera o segunda clase, los platos son preparados antes del despegue en una cocina industrial cerca del aeropuerto y llevados a bordo.

En Europa, refiere el Mail Online, «la mayor parte de las comidas a bordo provienen de Gate Gourmet en Suiza o de LSG Sky Chef en Alemania, que sirven a más de 160 compañías aéreas.

La mayor parte de estas cocinas industriales preparan unos 25.000 platos al día, mientras que la más grande de ellas, que se halla en Dubái, llega a las 170.000 diarias, confeccionando cada año 58 millones de sándwiches, cocinando 4.300 toneladas de pollo y 3,6 toneladas de langosta».

No obstante los avisos que afirman que fue recién preparada, la mayor parte de los platos de los servicios en un avión son cocinados tiempo antes, a menudo entre 12 y 72 horas atrás. Ensaladas, postres, sándwiches, cuchillos de plásticos y servilletas son colocados en sus recipientes aún en tierra y luego apilados en los carritos.

Los platos calientes son preparados en grandes sartenes y luego enfriados en contenedores de plástico cubiertos, antes de ser «congelados» a cerca de 5 grados durante 90 minutos. Luego son apilados en recipientes refrigerados hasta que son llevados a bordo del avión.

Cada año son realizadas clasificaciones sobre la mejor comida a bordo. La última en llegar, para el 2017, fue generada por TripAdvisor. La Best Economic class, también en relación con la comida, resultó Emirates. En el top de la Premium economy está Air New Zealand y de la Business class, Aeroflot.

Hecha la excepción para los vuelos de breve alcance, casi todas las compañías -menos las low cost– ofrecen la posibilidad de elegir entre pasta o pollo, aunque algunas pocas, como la KLM, tienen en su menú ensalada caprese o una buena carbonara italiana e, incluso, hasta sushi japonés. En la Business class de Emirates se come con platos de porcelana Bone China y se degusta comida gourmet de especialidades regionales.

Muchas aerolíneas consultaron a cocineros de fama mundial. La TWA encargó a Maxim’s, de París, producir congelados para servir a bordo. Y en primera clase de la Delta hay un menú preparado por cinco chefs de fama internacional, pero quien viaja en la clase económica se debe conformar con el menú de Starbucks.

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