MIAMI, Florida.- El presidente Donald Trump prevé viajar el próximo viernes a Miami para anunciarcambios en la política entre Cuba y EEUU, según le confirmaron fuentes a Univision Noticias.
No está claro qué cambios anunciará y hasta qué punto satisfará a la línea dura del exilio cubano en Miami, que ha pedido que Trump deshaga los cambios que implementó Barack Obama para normalizar las relaciones con la isla.
Una fuente le dijo a Univision Noticias que, pese a que se ha definido la fecha del anuncio, funcionarios de la Casa Blanca aún están trabajando en los detalles de los cambios.
«Se dio la nueva dirección política. Será el 16 de junio. Pero todavía se está definiendo la sustancia (de los cambios)», dijo la fuente.
El anuncio coincidirá con una importante conferencia de países centroamericanos con México y EEUUque se celebrará en la Universidad Internacional de Florida y en la sede del Comando Sur en esta ciudad del sur de Florida.
Con motivo de esa conferencia, el vicepresidente Mike Pence y otros tres miembros de su gabinete, el secretario de Exterioes, Rex Tillerson, el de Seguridad Nacional, John Kelly, y el del Tesoro, Steven Mnuchin, visitarán esos días Miami, pero no está claro si participarán en el anuncio sobre Cuba también.
¿Qué cambiará?
El viaje será el primero a Miami desde que Trump es presidente, una ciudad que visitó en varias ocasiones durante la campaña. Desde que fue elegido, ha viajado frecuentemente a su mansión de Mar-a Lago, en Palm Beach, también en el sur de Florida.
La Casa Blanca dijo en febrero que las políticas hacia Cuba estaban siendo sometidas a una revisión interinstitucional exhaustiva, lo que generó la especulación de que podría estar en marcha una revocación general de lo llevado a cabo por Obama.
Durante la campaña electoral, Trump prometió deshacer la política de Obama de acercarse a Cuba.Desde entonces, se ha experimentado un auge masivo en el turismo entre los dos antiguos enemigos de la Guerra Fría, incluyendo un aumento dramático de los vuelos y cruceros.
A pesar de que a Trump no le fue tan bien como hubiera esperado en las elecciones de noviembre en el sur de Florida, las encuestas muestran que los cubanoestadounidenses de mayor edad sí que apoyaron al candidato republicano y muchos de ellos ahora esperan ver cómo el presidente les devuelve el favor tirando por la borda las políticas de acercamiento a la isla llevadas a cabo por Obama.
Washington, dividido
Desde la arena política, el senador Marco Rubio y el representante Mario Diaz-Balart, ambos cubanoestadounidenses de Florida, presionaron a la administración Trump para deshacer algunas partes de las políticas de Obama.
“Confío plenamente en que el presidente va a cumplir su palabra y sus promesas”, le dijo Diaz-Balart al Miami Herald en una entrevista reciente. “Tenía muy claro que pensaba que el presidente Obama en esencia no recibió nada a cambio de las concesiones que le dio al régimen de Castro».
Sin embargo, varios miembros del Congreso que están a favor de estrechar los lazos con Cuba urgieron a Trump a mantener el acercamiento llevado a cabo por Obama. El pasado mes, 54 senadores presentaron una ley para repeler todas las restricciones de viajes hacia Cuba, en una muestra del apoyo al deshielo en el Capitolio.
En esa línea, varios senadores se reunieron con el consejero de Seguridad Nacional, el general H.R. McMaster el miércoles para pedirle a la Casa Blanca que no haga ningún cambio con el argumento de que la iniciativa de Obama «benefició tanto a ciudanos estadounidenses como a los cubanos y la economía estadounidense».
«El acercamiento con Cuba apoya los intereses de seguridad nacional», según una carta firmada por los senadores republicanos Jeff Flake de Arizona, Mike Enzi de Wyoming y John Boozman de Arkansas, que citaron las operaciones de contraterrorismo, el control fronterizo y la prohibición de drogas.
«Si EEUU revierte su posición al aislamiento diplomático, cultural y económico, Cuba podría volverse a convertir en un estado aliado de las naciones que ven los intereses de EEUU contrarios a los suyos», escribieron.
A pesar de la frecuencia de las fugas de información en la Casa Blanca desde que Trump llegó al poder, apenas han surgido indicios sobre de qué manera se inclina el presidente en sus nuevas políticas hacia la isla.
Entre las opciones que pueden estar siendo consideraas está el endurecimiento de restricciones a las compañías estadounidenses que buscan hacer negocios con el ejército cubano y volver a imponer reglas estrictas para los viajes de los estadounidenses a la isla, según los expertos.
Por otra parte, a los cubanoestadounidenses más conservadores de Miami les gustaría ver restricciones específicas a los miembros del gobierno cubano que reciben algún tipo de beneficios económicos de negocios estadounidenses y al liviano control financiero.
Desde que Obama relajó las restricciones, las compañías estadounidenses han comenzado a explorar oportunidades de negocios en Cuba, desde hoteles a empresas de telefonía e internet. Pero ha habido poca inversión de los EEUU hasta ahora, en gran parte debido al propio sistema político de Cuba, que rechaza oficialmente capitalismo.
Trump podría también intensificar la presión sobre Cuba por su historial de derechos humanos, el tema más vulnerable de la isla. Aunque el número de presos políticos a largo plazo en Cuba ha disminuido, «los arrestos arbitrarios a corto plazo de defensores de derechos humanos, periodistas independientes y otros han aumentado dramáticamente en los últimos años», según Human Rights Watch.