Los senadores republicanos revelaron su plan para derogar la reforma al sistema de salud aprobada durante el gobierno de Barack Obama, el cual reestructurará el programa federal Medicaid para los pobres, relajará las regulaciones a las aseguradoras y pondrá fin a los aumentos de impuestos aplicados a las personas acaudaladas y que han ayudado a financiar la expansión de la cobertura para millones de personas.
Cuatro senadores republicanos anunciaron rápidamente su oposición a la medida, y otros se mostraron evasivos, lo que dejó entrever la posibilidad de que la Cámara Alta la rechace.
La publicación de la propuesta de 142 páginas puso fin a la larga espera para conocer uno de los proyectos de ley más celosamente guardados en años.
Mitch McConnell, líder de la mayoría en el Senado, la negoció a puerta cerrada, y con ella acerca al presidente Trump y al Partido Republicano a la que quizá sea su meta más deseada: derogar la ley de Obama del 2010, su legado de política interna del que estuvo más orgulloso.
En la Casa Blanca, Donald Trump habló de un proyecto de ley “con corazón”, mientras que Obama, en Facebook, dijo que en el corazón de esa propuesta lo que hay es “mezquindad fundamental”.
El proyecto de ley acabaría con las penalizaciones fiscales para la gente que no adquiera un seguro de gastos médicos y para las compañías grandes que no ofrezcan cobertura a sus trabajadores. Ofrecería subsidios menos generosos para las personas que la ley de Obama, pero sí proporcionaría millones de dólares a los estados y a las aseguradoras con el fin de apoyar los mercados que han sido abandonados por las compañías de seguros.
Ahora McConnell debe transitar un camino estrecho en el que si sólo tres de los 52 senadores republicanos rechazan el proyecto significaría que no sería aprobada.
“Cruel y sin corazón”
Los demócratas dijeron que la medida dará como resultado políticas más mezquinas y mayores desembolsos para muchas personas, y erosionará los avances logrados durante el gobierno de Obama, en el que aproximadamente 20 millones de estadounidenses más contrataron seguro médico.
El partido aseguró que, de aprobarse, el plan republicano beneficiará a la minoría más rica de EU y a las grandes empresas, mientras que dañará a las comunidades rurales y las antiguas zonas industriales, que precisamente se decantaron por Trump en las elecciones del 2016.
Los senadores conservadores que se opusieron al proyecto de ley son Ted Cruz de Texas, Rand Paul de Kentucky, Mike Lee de Utah y Ron Johnson de Wisconsin.