Casi una semana después de los ataques terroristas en Barcelona y Cambrils, el alcalde de Venecia, en Italia, causó una polémica al asegurar el martes que en su ciudad cualquiera que grite «Allahu Akbar» será abatido en el momento por las fuerzas de seguridad.
«Si tú corres en la Plaza San Marcos y gritas ‘Allahu Akbar’, haces cuatro pasos y te abatimos. Te abatimos, tenemos francotiradores y te abatimos. Hemos aumentado las defensas«, dijo Luigi Brugnaro en una conferencia en la ciudad de Rimini.
La frase, que significa «Dios es grande», es usada regularmente por terroristas islamistas para infundir miedo antes de atacar, y fue invocada por los atacantes en Cambrils.
Brugnaro alegó que Venecia es un lugar más seguro que Cataluña, luego del atentado en el que murieron 15 personas la semana pasada. «En contraste con Barcelona, donde no estaban protegidos, nosotros mantenemos la guardia en alto», dijo, según reportó el periódico La Nuoza di Venezia e Mestre.
Como ejemplo, mencionó el arresto en marzo de cuatro sospechosos yihadistas provenientes de los Balcanes que planeaban un ataque sobre el famoso Puente de Rialto.
«Decían que quería ir con Alá. Pero nosotros los enviaremos directo con Alá antes de que hagan algún daño«, enfatizó.
Las declaraciones causaron controversia por su violencia y discriminación, y en la misma conferencia, el alcalde de Florencia, Dario Nardella, le gritó «Allahu Akbar». Luego pidió disculpas por si había ofendido a alguien, pero Brugnaro por el contrario mantuvo su postura y se definió como un «político incorrecto».
El alcalde independiente es famoso por sus posiciones cercanas a la ultraderecha, y ha protagonizado en el pasado escándalos por prohibir libros dedicados a la discriminación y la homosexualidad, reportó el Washington Post.
También es un ferviente opositor del desfile del orgullo gay y advirtió que no permitirá uno en Venecia, al tiempo que mantuvo varios entredichos con el ícono del pop británico Elton John, quien tiene una casa en la ciudad.
Por el momento Italia ha logrado evitar un ataque terrorista yihadista en su suelo, e incluso desarticuló varios intentos y células. Pero su rol central como país de llegada de migrantes en camino a Europa por el Mediterráneo, y repetidas amenazas sobre Roma de parte del Estado Islámico (ISIS, en inglés), mantienen las alarmas encendidas.