Este lunes por la tarde el huracán María ganó fuerza en su avance sobre las islas del Caribe y llegó a categoría 4. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) norteamericano advirtió que amenaza con ser «extremadamente peligroso».
Con vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora, María se intensificó rápidamente y se encuentra a unos 55 kilómetros al este de la isla de Martinica, informó el NHC, con sede en Miami, en su boletín de las 21.00 GMT.
«Se espera que el ojo y el intenso núcleo (de la tormenta) pasen cerca de Dominica en las próximas horas», advirtió el Centro de Huracanes.
Luego María azotará «el extremo noreste del Mar Caribe el martes y se acercará a Puerto Rico y las Islas Vírgenes el martes por la noche y el miércoles», añadió.
El NHC emitió advertencias de huracán para las islas de Dominica, San Cristóbal y Nieves, Montserrat, Martinica, Puerto Rico (particularmente en sus islas Vieques y Culebra) y las Islas Vírgenes estadounidenses y británicas.
También emitió avisos de huracán para Saba, San Eustaquio, San Martín, San Bartolomeo y Anguila.
Una «advertencia» indica que el huracán es inminente en las próximas 36 horas, mientras la «vigilancia» señala que su llegada ocurrirá en 48 horas.
La agencia indicó que la tormenta puede producir una «marejada peligrosa» con «olas grandes y destructivas» que podrían aumentar el nivel del mar entre 1,8 y 2,7 metros.
Las autoridades francesas de Guadalupe ordenaron la evacuación inmediata de las zonas de riesgo en la isla.
Esta región ya es sumamente vulnerable porque acaba de salir de la furia del huracán Irma, que dejó 40 muertos en el Caribe antes de azotar Florida, donde murieron 20 personas.
El Ministerio de Salud dominicano, por su parte, instruyó hoy a las Direcciones Provinciales y Áreas de Salud (DPDS/DAS) a continuar las medidas contempladas en el Plan de prevención, preparación y respuesta orientadas a salvar vidas humanas ante la aproximación del huracán.
Las principales medidas dispuestas por el ministerio son que las DPS y DAS intensifiquen la vigilancia epidemiológica y el control vectorial para evitar brotes epidémicos, que tienden a intensificarse a causa de las lluvias.
Otras medidas son supervisar los lugares de acogida temporal para asegurarse de que ésos reúnan las condiciones sanitarias adecuadas para recibir una cantidad importante de personas.