El Senado confirmó el jueves a Randal Quarles como integrante de la Reserva Federal, el primer paso de un esfuerzo del presidente Donald Trump para rehacer el poderoso banco central de Estados Unidos.
Quarles, jefe de una firma de inversiones con sede en Salt Lake City, fue aprobado con una votación de 65-32. Luego, por votación oral, lo aprobaron como vicepresidente de la entidad.
Actualmente, hay tres vacantes en la junta de la Fed, que tiene siete puestos. Hasta ahora, Quarles es el único nominado que Trump ha postulado para el banco central.
Durante la campaña electoral que lo llevó a la presidencia, Trump criticó fuertemente a la Fed por aplicar políticas de tasas de intereses que según él, favorecen a demócratas, así como por imponer regulaciones a los bancos que habrían entorpecido la recuperación económica.
Trump no ha dado indicios de quiénes serán sus otros nominados para la institución monetaria, pero con todas las vacantes, sus nominados tendrán el poder de rehacer las políticas sobre intereses y regulaciones bancarias. La Fed es el principal regulador de los grandes bancos estadounidenses.
La junta del banco central sumará otra vacante la próxima semana, cuando deje su puesto su actual vicepresidente Stanley Fischer. Aparte de esto, Trump está sopesando si nomina a la presidenta de la entidad, Janet Yellen para un cuarto período o si postula a otra persona.
El período de Yellen termina el 3 de febrero y, si ella se va, Trump podrá llenar cinco puestos vacantes.
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El gobierno escogió a Quarles, quien tuvo puestos altos en el departamento de Tesoro bajo dos presidentes republicanos, como vicepresidente de supervisión de la Fed. Ese puesto le da un papel importante en los esfuerzos del gobierno para relajar las regulaciones bancarias impuestas por la ley Dodd-Frank.
El Congreso aprobó esa ley en el 2010 para tratar de evitar que se vuelva a repetir la crisis financiera del 2008, la peor crisis del sistema financiero desde la década de 1930.
