La economía mundial avanzó a una base sólida poscrisis en 2017, y la mayoría de las principales economías en desarrollo sorprendieron gratamente.
Según una comparativa de las predicciones de 2017 de hace un año frente al posible resultado final -basado en las últimas previsiones de la encuesta mensual de Bloomberg-, los pesimistas se equivocaron. Una de las mayores sorpresas fue la zona euro, que se encamina a la expansión más fuerte en diez años. Con un 2,3%, el crecimiento previsto está muy por encima del ritmo del 1,4% pronosticado a comienzos de año.
Incluso el Reino Unido, que cayó al último puesto de la clasificación de crecimiento del Grupo de los Siete, registró un rendimiento más fuerte de lo previsto. No obstante, ese pequeño dato positivo está moderado por el hecho de que se dirige a su cuarta desaceleración consecutiva en 2018, según las últimas proyecciones.