Estudios de la Universidad de California demostraron que el ser humano es capaz de controlar la actividad de ciertas neuronas en el cerebro; es decir, elevar la actividad de algunas y disminuir las de otras.
Por eso no ha de extrañar que algunas personas realicen proezas increíbles, desde romper torres le ladrillos con un solo golpe, hasta caminar sobre brasas ardientes, y todo sin mostrar el menor dolor o lesión.