¿Una dieta milagrosa? ¿Una bebida mágica que nos permita comer de todo y “limpiar” nuestro organismo? ¡Nos encanta la idea! Sobre todo cuando se trata de mejorar nuestro aspecto físico. Es muy atractivo cuando se nos ofrecen grandes beneficios con pocos esfuerzos, nos atrae la inmediatez, pero analicemos una de las ofertas que nos ofrece el mercado de la pérdida de peso. Se invita a ingerir una (1) cucharada de vinagre de manzana en ayunas todos los días. Esta tendencia ofrece múltiples beneficios entre los que se encuentran: disminución en los niveles de glucosa (azúcar en sangre), colesterol, triglicéridos, presión arterial, mejora en la flora intestinal y en la prevención del cáncer. ¡Qué maravilla!
Resulta de cualquier fuente de carbohidratos fermentable como manzana, melón, vino, peras, miel, papas y otros (Johnston, 2006). El ácido acético es uno de los productos resultantes y es el que ofrece los supuestos beneficios para la salud, que de acuerdo con la FDA (Administración de alimentos y fármacos en Estados Unidos), el vinagre contiene aproximadamente un 4 % y en Europa, el nivel de ácido acético en el vinagre oscila entre 4-7 %.
Cuando revisamos la literatura científica, ¿Qué encontramos?
1.- Hasta la fecha, ningún estudio con vinagre de manzana ha sido realizado en seres humanos. La mayoría de los estudios que sugieren beneficios en la pérdida de peso, glicemia o cáncer, ha sido realizado en ratones.
2.- Los resultados esperados en estos estudios no han superado el apoyo farmacológico necesario para el control de presión arterial, diabetes o tratamiento del cáncer.
3.- Se han reportado algunos casos de personas que han tenido lesiones similares a quemaduras a nivel de esófago, vías aéreas superiores y de potasio bajo por abuso en el consumo frecuente (8 onzas diarias).
Sin embargo el uso del vinagre en la dieta está recomendado principalmente para aderezar las ensaladas, en la cocción de algunos alimentos y como método de conservación.
Así es que si desea utilizarlo en ayunas, tome en cuenta las limitaciones de la evidencia existente sobre los beneficios del uso regular y, además, existen riesgos asociados con la interacción con medicamentos que están documentadas por la posible reducción de los niveles de potasio en sangre. Seguir tendencias o estar a la moda trae elementos positivos y negativos, revisar la base de la recomendación representa una conducta imperante. Organizar nuestros hábitos de alimentación, realizar ejercicios regularmente, el manejo de estrés y atención médica periódica son “modas” que sí debemos seguir.