Fotoenvejecimiento, factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de piel

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 El fotoenvejecimiento, resultado de la exposición acumulada a la radiación solar, tiene una importante relación con el desarrollo de tumores malignos en la piel, por ello es importante protegerse para evitar lesiones malignas y hasta cáncer en la piel, dijo hoy a Efe la dermatopatóloga Marcela Saeb.

“A este proceso en que la piel se va deteriorando por los efectos del sol se le llama fotoenvejecimiento, el cual empieza con cambios en la piel que pueden derivar en crónicos o agudos”, señaló.

La especialista del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán explicó que este problema se produce por una exposición crónica a los rayos ultravioleta (UVR), que desencadenan la mayor parte de los cambios en la apariencia de la piel asociados a la edad.

“Cuando los rayos ultravioleta golpean la piel, los melanocitos luchan por producir melanina para depositarla en la epidermis. Este es el proceso que le da un bronceado, que es en realidad una reacción de defensa contra la radiación para que no penetre en la piel”.

Saeb explicó que esta radiación se va acumulando y, por ello los daños en la piel se pueden ver en la edad adulta, a veces incluso prematuramente.

Dijo que esto es preocupante, sobre todo porque ahora la expectativa de vida se ha incrementado y se predice que para el año 2050 será, en promedio, de 81 años. “Esto establece que la población estará en mayor riesgo de padecer enfermedades dermatológicas, especialmente fotoenvejecimiento y cáncer de piel”, agregó.

Expuso que exponerse al sol puede generar cambios agudos, que son las clásicas quemaduras que enrojecen la piel, luego generan ampollas y desprendimiento de las capas superficiales.

Otros daños pueden ser los vasos sanguíneos dilatados, padecimiento conocido como telangiectasia, así como arrugas, coloración que va del amarillo hasta el gris y el posterior cambio completo con la flacidez de la piel o un aspecto acartonado.

“Pero conforme esos daños del sol se van haciendo crónicos, se modifica la dermis y la epidermis, que es la capa que cubre la piel, y se hacen modificaciones en las células que conllevan a la formación de lesiones premalignas y hasta desarrollar neoplasias o tumores malignos como melanomas”, advirtió.

Todo esto, dijo, se puede evitar y revertir con el uso diario de protector solar, “el cual se debe aplicar cada 3-4 horas o según la actividad o el factor de protección”.

La especialista explicó que se debe elegir el protector solar más adecuado, tomando en cuenta que la piel blanca, al no tener la misma capacidad de producir melanina que la negra, requiere factores de protección solar más altos.

Saeb señaló que este tipo de protección se debe utilizar todos los días, incluso cuando el día este nublado, llueva o las actividades cotidianas se realicen bajo techo.

“Ya no estamos poniendo en práctica la producción de melanina. Al realizar las actividades en espacios cerrados nos exponemos como si tuviéramos todos piel blanca y cuando hay exposición intensa nos quemamos, nos ampollamos y podemos tener quemaduras de primer y segundo grado”, sostuvo.

Recordó que una persona que trabaja en oficina y se expone a la luz de las computadoras o las lámparas fluorescentes también puede tener efectos en su piel debido a los rayos ultravioleta que generan estos dispositivos.

“Entonces, aunque trabaje en oficina puede tener cambios, igual si se trabaja junto a una ventana, o en el transporte, en casa; ese sol es suficiente para ir acumulando daño y nos desarrolla una piel vieja y desgastada”, señaló.

La experta destacó la importancia de la protección solar desde etapas tempranas. “Los bebés, incluso desde los seis meses, deben usar protector solar porque el daño que causa el sol se acumula y puede desarrollar en edad adulta problemas dermatológicos”, apuntó.

Finalmente, dijo que es necesario concienciar a la población del uso del protector solar “pues estamos expuestos al medioambiente y tenemos que cambiar nuestros hábitos alimenticios, de higiene y, lo más importante, de la fotoprotección”.

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