El papa declara que la pena de muerte es inaceptable en todos los casos

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El papa Francisco dijo que la Iglesia católica trabajaría "con determinación" para la abolición de la pena capital en todo el mundo. Credit Alessandra Tarantino/Associated Press

ROMA — El papa Francisco declaró que la pena de muerte es inaceptable en todos los casos “porque es un ataque a la inviolabilidad y la dignidad de la persona”, anunció el Vaticano el 2 de agosto, en un giro a las enseñanzas católicas romanas sobre el tema.

Francisco, quien ha alzado la voz contra la pena capital en ocasiones anteriores —incluida la de 2015 en un discurso al Congreso de Estados Unidos— agregó el cambio al catecismo de la Iglesia católica, el compendio de las creencias católicas.

El pontífice, quien es el líder espiritual de 1200 millones de católicos, dijo que la Iglesia trabajaría “con determinación” para la abolición de la pena capital en todo el mundo.

Anteriormente, el catecismo permitía la pena de muerte en algunos casos, si era “la única manera factible para defender efectivamente las vidas de seres humanos contra el agresor”, incluso si en la realidad “los casos de absoluta necesidad de suprimir al ofensor en la actualidad son poco comunes, si no es que prácticamente inexistentes”.

La nueva enseñanza formal reconoce que existen nuevas maneras de proteger a la sociedad.

“Existe una creciente conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde incluso después de la comisión de crímenes muy graves”, dice.

“Además, ha surgido una nueva comprensión del significado de las sanciones penales impuestas por el Estado. Últimamente, sistemas más efectivos de detención han sido desarrollados, lo que asegura la debida protección de los ciudadanos, pero, al mismo tiempo, no priva definitivamente al culpable de la posibilidad de redimirse”.

Abolir la pena de muerte ha sido claramente una las prioridades de Francisco durante muchos años, así como salvar el medioambiente y preocuparse por los inmigrantes y los refugiados. Él lo mencionó en su discurso al Congreso estadounidense en su viaje a Estados Unidos en 2015, cuando dijo que desde el principio de su ministerio había sido conducido para “abogar en diferentes niveles para la abolición global de la pena de muerte”.

El papa agregó: “Estoy convencido de que esta es la mejor manera, porque cada vida es sagrada, cada persona está dotada de una dignidad inalienable y la sociedad puede encontrar solo beneficios de la rehabilitación de aquellos condenados por crímenes”.

En ese viaje, Francisco enfatizó su punto al ir a una prisión en Pensilvania y reunirse con algunos de los prisioneros y sus familiares.

En 2015, escribió una carta detallada a la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte en la cual argumenta que la pena capital “no hace justicia a las víctimas, pero en cambio fomenta la venganza”.

En el texto, Francisco formuló dos argumentos que específicamente se refieren al contexto estadounidense: la pena de muerte es ilegítima porque se ha descubierto posteriormente que muchas condenas fueron erróneas y han sido anuladas, y porque las ejecuciones de prisioneros en algunos estados han sido llevadas a cabo de manera fallida.

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