SANTO DOMINGO. El sector cemento de la República Dominicana ha movido más de RD$9,000 millones en lo que va de año, según la directora ejecutiva de la Asociación Dominicana de Productores de Cemento (Adocem), Julissa Báez.
Los datos indican que el volumen de ventas locales de cemento aumentó 5.1 % en enero-junio 2018, mientras que los valores de las ventas aumentaron en un 12.9 %. La producción de cementos en el país ha crecido un 4.8 % en el primer semestre de 2018 en comparación al mismo periodo del 2017, al pasar de 2,612,099 toneladas métricas a 2,738,284 toneladas métricas a junio de 2018, para una variación absoluta de 126,185 toneladas métricas (4.8 %).
“En el país hay una capacidad instalada de aproximadamente 7.7 millones de toneladas”, expuso la ejecutiva, y luego explicó que el crecimiento del sector obedece, mayormente, a la inversión que hace el Estado en infraestructura, en los programas de escuelas, el desarrollo turístico; inmobiliario “que también está en muy buen camino y hace ya varios años, la construcción en sentido general y, por tanto, lo que es la producción de cemento van por buen camino”.
Julissa Báez cedió un documento a Diario Libre en el que se detalla que, de enero a junio de 2017 se vendió 2,089,935 toneladas métricas de cemento y en el mismo periodo de este año 2,196,282, unas 106,347 toneladas por encima, para un crecimiento de 5.1 % en el primer semestre de este año. Este movimiento del sector cemento tuvo un dinamismo económico de RD$8,516 millones en 2017 y de RD$9,612 en 2018, que significa que en los primeros seis meses ha tenido RD$1,096 millones por encima del año pasado para un crecimiento de 12.9 %.
“Esta es una industria que mueve recursos, que se mantiene activa y que es esencial para el desarrollo económico del país, un país que crece necesita de la industria del cemento”, apuntó Báez a Diario Libre.
Con el tema de las Exportaciones, la ejecutiva dijo que, aunque no al ritmo que se desea, “pero nuestras exportaciones rondan entre un 20 % y un 30 % de nuestra producción”. “Estamos hablando de casi un millón, un millón y medio de toneladas al año, de República Dominicana a otros mercados del Caribe, siendo Haití nuestro principal cliente. Las exportaciones en el 2017 cerraron con setenta y siete millones de dólares y este año nos mantendremos más o menos en la misma línea”, detalló.
La ejecutiva de Adocem dijo que el sector genera cerca de 10,000 empleos entre los directos e indirectos por el movimiento que se da alrededor del proceso del cemento y de la misma construcción en términos de empleos.
Asegura que el mayor reto que pueden tener industrias como la del cemento depende mucho de las políticas de los gobiernos. “La mayor inversión en construcción aparte del sector privado, viene del Estado, de los gobiernos, porque son los grandes proyectos de infraestructura, de viviendas sociales y eso es lo que realmente mueve la construcción”.
Explica que cuando hay decisiones de políticas macroeconómicas que no se enfocan en invertir en construcción, esto tiene un impacto directo en los resultados del cemento. “Si el país logra ver la construcción como una punta de lanza para el crecimiento económico donde aparezcan tasas de interés que sean estables, donde aparezcan oportunidades de inversión tanto para el sector privado como para el sector público esas son las cosas que pueden lograr que siempre haya una estabilidad”.
Consideró que todo el inversionista privado tiene el reto de que se mantenga un tema jurídico e legal estable y que se mantengan los derechos.
Indicó que como ellos utilizan coque de petróleo, el comportamiento en los mercados internacionales tiene un impacto directo en la industria del cemento porque sus costos están en casi un 50 % en el consumo de combustible.
Asimismo, está el tema de transporte, porque los fletes y las situaciones que se dan con los sindicatos de ese sector tienen un impacto en sus operaciones y costos, ya que el producto se transporta por tierra. “Frecuentemente se nos presentan problemas donde nuestras entradas a las minas son bloqueadas, situaciones que paralizan el proceso normal de comercialización del producto por el simple hecho de las negociaciones con los sindicatos”, subrayó Báez.
