El ministro de Agricultura, Osmar Benítez, advirtió ayer que bajo ningún concepto permitirá la entrada al país de productos que la ley prohíba y dejó claro que en República Dominicana la sanidad agroalimentaria se va a respetar.
“No importa que sea un jefe o que esté pegado… Si la ley dice que usted no puede traer manzana, no la puede traer”, dijo el funcionario, al exponer en el Almuerzo Mensual de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMDR). Aprovechó el escenario para resaltar los logros del Gobierno en la agropecuaria.
El ministro tituló su ponencia como “En la agricultura competitiva y rentable, el mercado es la clave”. Explicó que para enfrentar los desafíos de estos tiempos, como parte de las políticas diseñadas por el presidente Danilo Medina, se han planteado trabajar tres ejes estratégicos. El primero es el fortalecimiento de la sanidad e inocuidad agropecuaria, el segundo, el fortalecimiento de la soberanía y seguridad alimentaria, y el tercero, la promoción de la producción agropecuaria exportable. Dijo que el sector agropecuario juega un rol importante en el desarrollo económico y social del país, porque produce alimentos, suministra materias primas para la industria, genera empleos y genera divisas para financiar las importaciones.
Desde su punto de vista, actualmente hay dos tipos de agricultura: La agricultura de subsistencia, con deficiencias de productividad, baja rentabilidad y limitada sostenibilidad ecológica, y la agricultura empresarial, que es dinámica, orientada hacia el mercado y avanzada tecnológicamente. En un auditorio conformado por empresarios de ramas diversas del agro, productores, funcionarios de diversas agencias estatales y de otros sectores, Osmar Benítez presentó datos que según él son relevantes, especialmente de los últimos seis años.
Calculó que por cada 100 pesos generados por la economía dominicana, seis son generados por el sector agropecuario. “Nuestro aporte al Producto Interno Bruto fue de RD$205 mil millones en el año 2017”, informó.
En la ponencia de Benítez hubo un capítulo que denominó “Agricultura gourmet o turística”. Indicó que los turistas que visitan República Dominicana ya superan los 6.2 millones al año y que esos turistas consumen toda una gama de productos, entre ellos: frutas tropicales, arroz, habichuela, carnes, cangrejos centollas, camarones, plátanos, huevos, pollo, exquisiteces como huevos de codornices, conejos, pato pequinés y algunos piden pato moscovita.
Cada turista consume, en promedio, US$133.54 durante su estancia en la República Dominicana. En el año 2017, el sector agropecuario y agroindustrial vendió cerca de US$730 millones al sector turístico del país. Para el 2018 se proyecta una venta cercana a los US$$857 millones. Las cifras que maneja Benítez y que muchas veces ofrece “de cabeza”, indican que una sexta parte (16.7%), de las exportaciones dominicanas es de origen agropecuario, mientras que el 14% del empleo total es demandado por el sector agropecuario dominicano. Al referirse a la agricultura del presente con visión de futuro, dijo que se trata de una más enfocada a satisfacer los requerimientos de los mercados.
Lo que se hacía antes no es suficiente; falta más
Advirtió que aumentar solo la productividad no es suficiente. “Hay que reenfocar los conceptos de rentabilidad y competitividad, en otra dimensión implicando nuevos temas”, apuntó. Benítez conoce del tema agropecuario, ha estado ligado por años a él y tiene el aval para sugerir. Tomando eso como base, dijo que los productores deben pensar en la generación de valor agregado, la diversificación de la producción y el desarrollo de mercados más complejos y dinámicos. Benítez cursó estudios de bachiller en Ciencias Agrícolas en el Instituto Superior de Agricultura de Santiago y años después recibió el título universitario en Ingeniería de Alimentos, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
