‘Southside with you’ sería otra película romántica más de finales del verano -una de dos jóvenes que pasan la tarde juntos mientras se revelan el uno ante el otro muy al estilo ‘Before the sunrise’- de no ser porque sus protagonistas, aún jóvenes y de vidas anodinas, terminaron por convertirse en el Presidente número 44 de los Estados Unidos y su Primera Dama.
Viajar en el tiempo y poder ver a Barack Obama (interpretado por Parker Sawyers) a sus 25 años siendo todavía un joven estudiante, flaco y algo desgarbado, que quiere impresionar a la chica, tres años mayor, que trabaja en la firma de abogados en donde hace sus prácticas resulta cuando menos intrigante.
erlo en escenas cotidianas, escasas en su rol presidencial, como manejar carro, o develar esos ademanes que usa de político para convencer a la prensa detrás de una atril pero puestos al servicio de un romance es ofrecerle nuevas imágenes de su Presidente a los ciudadanos, una función que el cine ha cumplido no solo con Barack Obama sino con otros presidentes como Jorge W. Busch y Richard Nixon que también vieron nacer cintas sobre ellos aun sentados en la Casa Blanca.
Son tantas las veces en las que Barack Obama y su esposa Michelle Obama han hecho públicas sus manifestaciones de cariño que un país entero ha terminado por acostumbrarse a ver a un mandatario que lejos de los protocolos besa a su mujer, cuando puede la abraza de la cintura, la saca a bailar o le sostiene la sombrilla durante la lluvia. Por eso a nadie extraña mucho que ese romance que camina de la mano por la Casa Blanca haya escalado a Hollywood, aunque si sorprenda que su lanzamiento haya coincidido justo con los meses de campaña previos a las elecciones.
En las cinta se recogen todas esas confesiones que Barack y Michelle Obama han dado en diversas entrevistas, en donde su amor ha quedado narrado y expuesto con frases como «lo que de verdad me hizo enamorarme de Barack Obama fue su carácter, su decencia, su honestidad, su compasión y convicción» o “nuestro amor empezó como una amistad”. También resume esos episodios relatados en libros como ‘The Audacity of Hope’, escrito por el mismo Barack Obama, en donde, para algunos con más habilidad narrativa y tensión que la cinta, es contada esa primera cita que sembró el germen de un amor que aún a muchos tiene cautivos.
“Toda la película se ha hecho con material público que hemos recogido. Hemos leído cuanto artículo, video y libro se ha escrito”, ha confesado el director Richard Tanne en el comunicado de prensa de la película, quien asegura que en la fase de guión y preproducción de la cinta la pareja presidencial no fue notificada del proyecto cinematográfico. “Hemos tratado de ser lo más acuciosos posible y aunque es una recreación, el 90% de la cita está verificada”.
La cinta le da vida a ese momento justo en el que la pareja salió por primera vez en el verano de 1989 en Chicago. La tarde transcurre mientras van a un instituto de arte, almuerzan juntos, ven la película ‘Do the right thing’ en el cine, comen helado de Baskin-Robbins y por supuesto, como pasa en las películas y también en la vida, se besan.
El interés que muestra Barack por su cita es evidente, pero por el contrario vemos a Michelle Robinson (interpretada por Tika Sumpter) tratando de mantenerse distante apelando a su propia idea de no mezclarse con gente del trabajo dejándole claro que no es están en una cita oficial, sino que se han juntado para ir a una reunión social. La vemos fumando, refinada en sus maneras y un poco impuntual. La cita terminará siendo una excusa para ver sus pensamientos juveniles, sus compromisos con al comunidad y sus análisis sobre los asuntos de raza que ambos han tenido que vivir
Lanzada ya en todo Estados Unidos, ‘Southside with you’ es para muchos una historia más que contada, algo agotada quizás como lo dijo Leah Greenblatt en Entertainment Weekly “la verdad es que no hay mucho misterio inherente ”. Para otros es más que un mero relato de amor, “es una manera de seguir con esa idealización mediática que ha acostumbrado mitologizar a Barack Obama desde el principio de su carrera presidencial”, ha sentenciado Armond White crítico del National Review. Pero en el cine como en la política es mejor que el público decida.