Aunque Apple ondee la bandera de un mundo posterior a las computadoras personales (PC) con sus teléfonos inteligentes de pantalla grande y sus tabletas, no ha dejado de lado sus computadoras de escritorio. Esta semana, la empresa actualizó su línea de iMacs con pantallas llamativas y periféricos que no encontrará en otras máquinas dirigidas a los consumidores particulares.
Apple añadió pantallas 4K Retina con resolución ultra alta a sus iMacs de 21,5 pulgadas, y convirtió como estándar la resolución 5K en las iMacs más grandes de 27 pulgadas. Estas pantallas también exhiben ahora un rango de color 25% más amplio, lo que hace que las fotos se vean más detalladas y vibrantes.
Las iMacs más grandes también tienen mayores capacidades gráficas y un procesador nuevo y más rápido de Intel, llamado Skylake. Y por primera vez desde 2010, Apple rediseñó su línea Magic de teclados, ratones y trackpads para que hagan unos cuantos trucos más, como recargarse con el mismo cable del iPhone.
Luego de usar las nuevas iMacs durante unos días, recordé porque son mis computadoras favoritas: todo se reduce a los monitores. Las nuevas pantallas subrayan el atractivo de trabajar por horas en la computadora de escritorio en tareas como escribir o crear imágenes. Sin embargo, la actualización de las iMac me decepcionó en un frente importante: Apple no se está moviendo lo suficientemente rápido para solucionar el problema de las contraseñas.
La mayor ventaja de la iMac es un monitor grande y hermoso, y la nueva versión es el tipo de tecnología que uno tiene que tener para apreciarla.
El año pasado, Apple empezó a ofrecer una actualización a las iMac de 27 pulgadas llamada Retina 5K que cuadruplica su resolución (5120 x 2880 pixeles). Eran tantos pixeles que parecían derretirse y hacían ver el texto como en papel impreso. Pero Apple originalmente apuntó a los profesionales cobrando una prima de US$700 para las iMacs con este monitor. Ahora, las pantallas Retina vienen en todas las iMacs de 27 pulgadas, con un precio inicial en Estados Unidos de US$1.800.
Una vocera de Apple dijo que la empresa aún no tenía las fechas de disponibilidad de las nuevas computadoras en América Latina.
También hay una pantalla nueva para las iMacs más pequeñas de 21,5 pulgadas. Con una resolución de 4096 x 2304 pixeles, 4,5 veces más que la versión previa, tiene un precio en EE.UU. de US$1.500, una prima de US$400.
Puede que las nuevas funciones en colores requieran un ojo más experimentado para ser apreciadas. El ojo humano y las cámaras de gama alta pueden ver un rango de colores más amplio que el que pueden reproducir la mayoría de las pantallas LCD. Pero en el último año, los fabricantes han logrado descifrar cómo intensificar el rango de colores incluso en monitores y televisores que apuntan a los particulares.
Cuando mira estas nuevas pantallas de las iMacs, los rojos y los verdes se ven en particular más brillantes y vibrantes, como si alguien hubiera movido el dial de la saturación a 11. Con 25% más de colores para trabajar, también hay más detalles porque los monitores no están eliminando ciertas tonalidades.
Con una iMac nueva puesta junto a una vieja pude detectar la diferencia en algunas fotos, pero no todas. Un problema es que muchas de nuestras fotos, incluyendo las tomadas en el nuevo iPhone 6s, son salvadas en una paleta de colores reducida llamada sRGB. Para aprovechar las nuevas pantallas, necesita imágenes o videos guardados en un formato llamado DCI-P3.
Los nuevos dispositivos periféricos de la iMac solucionan un dolor de cabeza con el ratón, el teclado y el trackpad anteriores: tener que deshacerse constantemente de sus pilas. Los nuevos modelos contienen baterías selladas recargables que de pueden enchufar usando el mismo cable del iPhone. No he tenido la oportunidad de probar cuánto duran las pilas, pero Apple reporta que las tres pueden aguantar hasta un mes con una sola carga, y el ratón puede darle nueve horas de trabajo con dos minutos de carga.
El teclado y el trackpad también lucen un poco diferentes. El teclado (que está incluido en la nueva iMac pero que también puede comprarse por separado por US$100) ocupa un poco menos de espacio en el escritorio y su inclinación es menos pronunciada, lo cual me pareció cómodo. El trackpad (que cuesta extra cuando compra una iMac o que puede adquirir por separado por US$130) es 29% más grande. Ahora, aprovecha los controles sensibles a la presión, conocidos como Force Touch, que Apple incorporó en sus portátiles y el nuevo sistema operativo OS X El Capitan.
Apple dice que su nuevo ratón (US$80) es más ligero y se desliza mejor, pero no sentí que su forma plana fuera tan ergonómicamente agradable como la de otros ratones.
En medio de la racha de actualizaciones quedaron dos misterios. Primero, en medio del laberinto de puertos en la parte posterior de la iMac, Apple no incluyó uno llamado USB Type-C, usado en las nuevas portátiles MacBook, para cargar y conectar periféricos. Al no incluir este tipo de puerto en las iMac, Apple envía un mensaje contradictorio sobre su compromiso con ese estándar.
Finalmente, la iMac no hace nada nuevo para ayudarnos con la molestia de las contraseñas para ingresar a la computadora, las aplicaciones y sitios web. En el iPhone, el escáner de huellas dactilares llamado TouchID se ha convertido en una parte fundamental de la experiencia, desde ingresar a aplicaciones hasta realizar compras. Esto hace que la Mac se sienta como un paso atrás, obligándome a recordar o ver las contraseñas de cosas que mi iPhone ya conoce.
La biometría ya dejó de ser una novedad. Apple debió haber incorporado TouchID en su nuevo trackpad o teclado. Tal vez sea una buena idea usar la cámara que tiene la iMac para identificarnos. Una de mis funciones predilectas de Windows 10 se llama Hello y permite que ciertas cámaras en computadoras de alto desempeño reconozcan su rostro, con lo que no necesita digitar una contraseña.
Apple tiene la idea acertada en una cosa: para mantener la computadora de escritorio relevante en un mundo post PC necesita ofrecer experiencias que no se pueden obtener en un dispositivo móvil, como pantallas increíbles y cautivantes y teclados y ratones precisos. Pero tampoco puede dejar que la iMac quede rezagada ante el mudo móvil en ventajas como la biometría, que están cambiando la forma en la que interactuamos en el mundo digital.
lat.wsj