Avianca, la segunda aerolínea de América Latina, solicitó este domingo acogerse a la ley de bancarrota en Estados Unidos para reorganizar su deuda “debido al impacto imprevisible de la pandemia” en sus negocios.
En un comunicado fechado en Bogotá, la compañía indicó que junto con “algunas de sus subsidiarias y afiliadas”, pidió “acogerse voluntariamente al Capítulo 11 del Código de Bancarrota” en un tribunal de Nueva York.
Una solicitud que permite a las organizaciones con dificultades financieras reorganizar y reestructurar la deuda.
La aerolínea de bandera colombiana, que desde el pasado 23 de marzo está con sus aviones en tierra por la prohibición de vuelos ordenada por el Gobierno, añadió que “acogerse a este proceso fue necesario debido al impacto imprevisible de la pandemia COVID-19, que ha provocado una disminución del 90% del tráfico mundial de pasajeros”.
“LifeMiles, empresa que administra el programa del mismo nombre no forma parte de la solicitud del Capítulo 11”, detalló Avianca Holdings.
La compañía, que cumplió 100 años en diciembre pasado, añadió que la paralización de sus operaciones regulares de pasajeros ha reducido sus ingresos consolidados en más de un 80% y “ha ejercido una presión significativa sobre su liquidez”.
La peor crisis en un siglo
“Los efectos de la pandemia de COVID-19 nos han llevado a enfrentar la crisis más desafiante de nuestros 100 años de historia como compañía”, señaló el presidente ejecutivo de Avianca Holdings, Anko van der Werff, citado en el comunicado.
Van der Werff destacó que pese a la exitosa reestructuración de la deuda que hizo Avianca Holdings el año pasado, acogerse a la ley de bancarrotas es un paso necesario “para hacer frente a nuestros retos financieros” ya que la recuperación del sector será gradual.
El objetivo es seguir volando
Avianca Holdings aseguró que al acogerse a la ley de bancarrota busca “proteger y preservar las operaciones para continuar sirviendo a los clientes con viajes aéreos seguros y confiables, bajo los más estrictos protocolos de bioseguridad, a medida que se levantan gradualmente las restricciones de viaje generadas por el COVID-19”.
Igualmente pretende “asegurar la conectividad e impulsar la inversión y el turismo al continuar como la principal aerolínea de Colombia, prestando servicios a más del 50% del mercado interno en el país y un servicio esencial sin escalas” en Suramérica, Norteamérica y los mercados europeos.