Banco Central dominicano explica panorama inflacionario en un contexto internacional

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El Banco Central volvió a defender las recientes decisiones que ha tomado sobre la política monetaria y también explicó como ha repercutido el panorama económico mundial en la inflación en la República Dominicana.

En un documento titulado “Inflación mundial: efecto en los países y reacción de los bancos centrales”, elaborado por el Departamento Internacional y Asesoría de la Gobernación, la entidad hace una serie de puntualizaciones para entender el panorama económico.

A continuación se reproduce la parte de este documento que explica el panorama local.

La inflación mundial y sus efectos en República Dominicana: Reacción de política monetaria

Durante el periodo enero-octubre 2021, la inflación acumulada en República Dominicana (RD) se ubicó en 6.56 %. Al igual que en gran parte de las economías, la dinámica inflacionaria dominicana se ha visto afectada por el choque de oferta global, particularmente por el incremento tanto de los precios del petróleo, como de insumos importados utilizados en la producción local y el sector construcción; así como también por el aumento del costo de los fletes asociado a la escasez de contenedores.

Además, la RD fue afectada por la fiebre porcina, lo cual generó un efecto sustitución, incrementando aún más los precios del pollo y otros productos cárnicos, cuyos costos ya reflejaban el aumento de las materias primas importadas. A pesar de estos factores, la inflación interanual se ha moderado luego de alcanzar su punto más alto en mayo, 10.48 %.

El sistema de pronósticos del banco central indica que la inflación convergerá gradualmente al rango meta de 4 % ± 1 % durante el segundo semestre de 2022, aunque lo hará a un ritmo más gradual de lo que se pensaba originalmente, ya que las expectativas apuntan a un choque de oferta más persistente que lo esperado.

A diferencia de lo ocurrido en otras economías emergentes, el proceso inflacionario mundial ha afectado la inflación doméstica en RD en un momento donde el país ha logrado consolidar su recuperación económica.

La consolidación de la reactivación se observa en el último dato del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), el cual creció 12.4 % interanual en enero-octubre. Asimismo, el mercado laboral dominicano ha continuado su tendencia a la normalización, alcanzando una ocupación total de 4,598,409 en julio-septiembre 2021, lo cual representó un 97.5 % de la ocupación total de octubre-diciembre 2019, es decir, de la pre-pandemia.

Es preciso señalar que la reactivación económica no hubiese sido posible sin la puesta en marcha de un efectivo plan de salud que permitió una apertura más rápida de la economía. Dentro de este plan, cabe destacar el efectivo programa de vacunación del gobierno que ha logrado inocular casi un 80.0% de la población adulta con una dosis, y aproximadamente un 65.0% de dicha población con dos dosis, según el Ministerio de Salud Pública.

Ante el evidente dinamismo de la economía dominicana en un entorno de presiones inflacionarias provenientes en su mayoría del sector externo, el banco central decidió implementar un plan de normalización de su política monetaria para ser ejecutado en dos etapas.

La primera se inició en agosto con el retorno gradual y ordenado de la liquidez facilitada por el estímulo monetario de la pandemia. La segunda comenzó el 24 de noviembre de 2021 cuando el banco central incrementó su tasa de política monetaria (TPM) en 50 puntos básicos, de 3.00 % anual a 3.50 % anual.

Precisamente, para la semana que culmina el 17 de noviembre se ha anunciado una reunión de alto nivel entre los cuatro principales bancos centrales del mundo, la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra, para coordinar decisiones sobre el retiro de los estímulos monetarios implementados por los países durante la crisis del COVID-19. Este hecho indica que el banco central dominicano ha actuado de manera oportuna y correcta, al anticiparse a las decisiones que se espera tomarán las economías más industrializadas.

En el caso dominicano, es importante señalar que la decisión de normalizar la política monetaria se ha adoptado en momentos en que la economía presenta una situación muy favorable en el sector externo. En enero-septiembre, la inversión extranjera directa (IED) alcanzó USD 2,484.9 millones y se espera que supere los USD 3 mil millones en 2021, financiando 1.6 veces el déficit de cuenta corriente que se situaría en torno a 2.0% del producto interno bruto (PIB).

Más allá de la IED, otras actividades vinculadas al sector externo mostraron un gran dinamismo. Las exportaciones ascendieron a USD 9,199.1 millones en eneroseptiembre, a la vez que se recibieron ingresos por turismo por USD 3,826.5 millones en ese mismo periodo.

Vale resaltar que el mayor proveedor de divisas de la economía dominicana fueron las remesas, que ascendieron a USD 9,461.7 millones en noviembre, para un crecimiento interanual de 28.8% y una expansión de 47.1% con respecto a 2019. Se espera que las remesas superarían USD 10 mil millones en 2021.

Este incremento en la entrada de divisas ha contribuido, a su vez, a la estabilidad relativa del tipo de cambio, mostrando al 7 de diciembre una apreciación de 2.4 %, contrario a lo ocurrido en la mayoría de los países de la región, e incluso contrario a países emergentes que experimentan importantes depreciaciones de sus monedas.

Por su parte, durante el mismo período, las reservas internacionales alcanzaron cifras históricas al situarse en USD 12,101.2 millones, equivalente a 6.1 meses de importaciones y a 13.0 % del PIB, superando las métricas sugeridas por el FMI.

La reacción oportuna de política frente a la pandemia, la efectiva gestión de la crisis de salud y los fuertes fundamentos macroeconómicos de RD, han sido elementos fundamentales para una expansión del producto real, que se espera podría ubicarse en torno a 10.7 % al cierre del presente año. Este crecimiento continuaría en 2022 por encima del potencial, tomando en consideración la reapertura de las actividades económicas y el repunte del turismo, así como el avance obtenido en el proceso de vacunación.

Como encargado del diseño y la ejecución de las políticas monetaria, financiera y cambiaria del país, el Banco Central de la República Dominicana continuará observando de cerca el fenómeno de la inflación global, a la vez que se mantendrá vigilante ante las condiciones económicas, tanto domésticas como internacionales, mientras perdure la crisis del coronavirus. En ese sentido, la institución monetaria está preparada para reaccionar cuando las condiciones lo ameriten, protegiendo la estabilidad macroeconómica y manteniendo el buen funcionamiento de los sistemas financieros y de pagos.

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