Banco Central: la efectividad de la política monetaria

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En la República Dominicana poca gente se atrevería a negar que la política monetaria ayudó a recuperar la economía.

Una economía que cerrará este año 2022 con una expansión superior al 5 %. Y adicionalmente, hay que subrayar que los ingresos generados por vía de las remesas, turismo y zonas francas industriales junto a una adecuada política monetaria ayudaron al sector privado a expandirse sostenidamente.

El Banco Central de República Dominicana (BCRD) es la institución, con influencia sobre la economía dominicana, que tuvo mejor desempeño en 2022. Esa entidad tiene a la cabeza a Héctor Valdez Albizu, que es su gobernador.

Y ha sido el gobernador más exitoso del organismo emisor, que logró controlar la inflación durante períodos de graves crisis económicas (crisis asiática, 1997, crisis financiera global, 2007-2008, choques de precios de los combustibles, 2008; 2011-2014; 2022) y choques atmosféricos (el huracán Georges, 1998).

La tasa de inflación promedio en sus 24 años de gobernación en el BCRD se mueve alrededor del 5%.

Conoce al dedillo el banco, prácticamente ha vivido en él. Inició su carrera allí en 1970 (era apenas un muchacho de 23 años), como asistente técnico en el Departamento de Estudios Económicos e Investigación Económica, donde fue coordinador técnico, hasta llegar a ocupar el cargo de director de dicho departamento (1984-1986).

Desde entonces, ha ocupado numerosos cargos en la institución, entre ellos subgerente de Política Monetaria y Cambiaria, 1986-1990; asesor de la Junta Monetaria, de 1987 a 1989; representante del Banco Central en el Consejo de Administración del Banco de Reservas de la República Dominicana, 1991-1992, y subgerente general, de 1991 a 1993.

Experiencia le sobra y le ha servido para afrontar obstáculos y situaciones que han podido presentarse en el largo camino recorrido.

En 2020-2021 logró sortear exitosamente la crisis mundial provocada por la pandemia del covid-19. Los números hablan por él y por un Banco Central que ha estado muy pendiente del contexto internacional y que mira sin pestañar hacia uno y otro lado en el ámbito local.

En 2021, la economía creció 12.3%, al recuperarse de la caída de 6.7% registrada el año anterior debido al cierre que impuso la crisis sanitaria y la disrupción de la cadena de suministro global.

El Banco Central inyectó recursos por una suma cercana al 5% del PIB para evitar el colapso de la demanda agregada, y minimizó así el gran impacto de la recesión internacional sobre la economía dominicana.

El turismo es uno de los sectores de mayor aporte a la recuperación económica del país.

Hablar de uno le vale al otro

El mérito del Banco Central -que equivale también a decir de Valdez Albizu- es que ese crecimiento económico, explicado en un 85% por el dinamismo del sector privado que depende de la estabilidad macroeconómica, se está logrando en medio de un entorno internacional de fuerte desaceleración económica. No es cualquier cosa lo que ha estado ocurriendo.

Esa caída del ritmo de crecimiento internacional es provocada por alzas sincronizadas de las tasas de interés, efectos negativos sobre la cadena de suministros y altos precios de los combustibles que provocó la invasión de Rusia a Ucrania. Ese crecimiento económico nacional es consistente con la creación de empleo, el cual en el tercer trimestre de 2022 alcanzó el nivel prepandémico de 4.6 millones de personas empleadas.

El crecimiento del PIB facilitó el trabajo a las oficinas recaudadoras de impuestos. La base imponible se expande proporcionalmente al PIB y, por lo tanto, se elevan las recaudaciones tanto de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) como de la Dirección General de Aduanas (DGA).

La estrategia monetaria basada en metas de inflación mantuvo la confianza en el peso y ha reducido la tasa de inflación.

Esa estrategia de política monetaria basada en metas de inflación cumple diez años en 2022.

En ese período (2012-2022) la inflación anual promedio se coloca por debajo del 4 %, que es el centro del rango meta de inflación. Al mismo tiempo la economía dominicana registró un crecimiento promedio de 5%, el más alto de América Latina.

Basado en ese esquema de metas de inflación, el Banco Central inició oportunamente el ajuste de la tasa de interés de referencia con el objetivo de reducir la tasa de inflación, que tenía un elevado componente importado, pero que amenazaba con efectos internos de segunda vuelta.

Desde noviembre de 2021, las autoridades monetarias han estado ajustando la tasa de interés de referencia, la llevaron de 3% a 8.5%. Esto ha hecho que la tasa de inflación interanual, que alcanzó en abril de 2022 un 9.6%, se reduzca sostenidamente y se sitúe en 7.6% en noviembre de este año. De acuerdo con las autoridades monetarias, la inflación cerrará el año en 7.2%.

La credibilidad de la política monetaria ejecutada por Héctor Valdez Albizu ha logrado fortalecer la confianza en el peso dominicano.

Un peso que al 21 de diciembre se había apreciado en 2.7% respecto al dólar, con respecto al 31 de diciembre del pasado año 2021. Esto le ha quitado presión a la inflación importada.

El crecimiento de la economía es una de las condiciones que permitieron mejorar la calificación crediticia.

De hecho, Standard & Poor’s Global Ratings mejoró en diciembre de 2022 la calificación de la deuda soberana dominicana de BB- a BB.

Esa mejoría se explica por el sostenido y elevado crecimiento económico, por la estabilidad macroeconómica y por la mejora de los ingresos tributarios, que se ha logrado sin que se haya llevado a cabo una reforma tributaria. Buena parte del éxito que significa la mejora de la calificación crediticia se debe a la estabilidad macroeconómica, a la confianza de los agentes económicos privados en la moneda nacional y a la certeza de que, a pesar de la crisis internacional, el manejo de la política monetaria está en las mejores manos.

De todo lo anterior se puede concluir que la ratificación de Héctor Valdez como gobernador del Banco Central en agosto de 2020 y agosto 2022, es la mejor decisión en el ámbito económico adoptada por el presidente Luis Abinader.

La estabilidad económica es un punto que abre el apetito a los inversores de zona franca.

La decisión del presidente

En un contexto de convulsión mundial, República Dominicana sigue bien parada y bien vista en las proyecciones y análisis de organismos internaciones que, sustentados en la capacidad de resiliencia de la economía local, siguen dando como un hecho y apuestan a que ésta seguirá el trayecto de crecimiento.

Hacia esa línea han apuntado el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Banco Mundial, la calificadora de riesgo Standard & Poor’s y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ha llegado a definir a este país como el poseedor de la tercera economía más dinámica de América Latina y el Caribe en la última década, que se clasifica como un país de ingreso medio alto.

“Esta resiliencia y las firmes señales de sostenibilidad de políticas colocan a la economía dominicana en una buena posición para hacer frente a los retos internacionales emergentes”, ha dicho el Fondo Monetario.

Y ha agregado: “La economía ha mostrado una vigorosa recuperación después de la pandemia, a pesar de factores mundiales que han generado desafíos en términos de inflación”.

El BCRD tiene una importante acumulación de reservas internacionales (sobrepasan los US$13,700 millones), que representan alrededor de 12.1% del PIB y equivalentes a 5.7 meses de importaciones. Son métricas que superan los niveles recomendados por el FMI.

El organismo calcula que el sector externo de República Dominicana terminaría el año con ingresos de divisas importantes; remesas cercanas a US$10,000 millones, exportaciones con cifras récords en torno a US14,000 millones, ingresos por turismo por encima de US$8,600 millones, inversión extranjera directa de US$3,800 millones, y otros ingresos por servicios de alrededor de US$3,000 millones.

La suma total supera los US$39,300 millones. El BCRD ha dado muestras de que vigila siempre el entorno económico actual, para los casos en que debe actuar con rapidez.

El corte más reciente de la economía dominicana

Un reporte del 6 de diciembre del Banco Central dice que en el caso dominicano, se prevé el retorno de la inflación al rango meta de 4.0 % ± 1 %, antes de finalizar el segundo trimestre de 2023.

Por sectores entre enero-octubre de 2022, se destaca la incidencia de los servicios en su conjunto, que constituyen aproximadamente el 60 % del total de la economía y presentan una variación interanual de 7.0 %.

Las medidas sobre la tasa de referencia

En procura de controlar los niveles inflacionarios las autoridades monetarias comenzaron desde noviembre de 2021 a tomar medidas con la tasa de interés de política monetaria (TPM), y la elevaron. Fueron medidas de tipo restrictivo. Caminaron en consonancia con la receta aplicada por la mayoría de bancos centrales del mundo.

Comenzó para entonces con un alza de 50 puntos básicos, luego siguió con un aumento de 100 puntos en diciembre. Entre enero y octubre de 2022, hubo dos ocasiones en que la TPM no subió (febrero y abril) pero en los otros sí lo hizo. De ellos, 50 puntos en enero y marzo, 100 puntos en mayo, 75 en junio, 50 puntos en julio y 25 puntos en agosto, septiembre y octubre.

Inversión
El flujo inversión extranjera directa hacia el país ha crecido, gracias a la estabilidad existente.

Crecimiento
Se mantiene la proyección de expansión del PIB real de 5.0%-5.5% para el cierre del actual año 2022.

Remesas
En enero-noviembre las remesas recibidas totalizaron US$8,912.3 millones; al cierre de 2022 alcanzarían los US$10,000 millones.

Inflación
La cumulada en enero-noviembre es 6.80% y la interanual 7.58%, lo que proyecta que el 2022 cerraría en torno al 7.2 %.

Fuente-elCaribe.

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