Estados Unidos impulsará junto a sus aliados de la ONU «nuevas sanciones» contra Corea del Norte, tras su quinto ensayo nuclear, según advirtió este viernes el presidente Barack Obama, quien denunció una «amenaza a la paz internacional».
«Nos hemos puesto de acuerdo para trabajar con el Consejo de Seguridad de la ONU (…) y la comunidad internacional para aplicar rigurosamente las medidas existentes impuestas en resoluciones precedentes y tomar medidas significativas suplementarias, sobre todo nuevas sanciones», advirtió Obama, en un comunicado de la Casa Blanca.
«Estados Unidos condena el test nuclear del 9 de septiembre en los términos más fuertes posibles como una grave amenaza a la seguridad regional y la paz y estabilidad internacional», declaró Obama a través de un comunicado emitido por la Casa Blanca.
Obama recalcó que Corea del Norte es «el único país» que ha ensayado armas nucleares desde el comienzo de este siglo y aseguró que tras conocer la noticia conversó telefónicamente con la presidenta surcoreanaPark Geun-Hye y el primer ministro japonés Shinzo Abe.
«Estados Unidos no acepta, y nunca aceptará, a Corea del Norte como un Estado nuclear», agregó el mandatario, que regresa hoy a Washington tras una gira asiática que le llevó a China y Laos.
La detonación atómica se llevó a cabo «con éxito» y tuvo lugar en la base de Punggye-ri, en el nordeste del país, causando un sismo artificial de 5.3 puntos en la escala de Richter.
Por su parte el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá este viernes para tratar la provocación nuclear realizada por Corea del Norte. Los 15 miembros del Consejo se reunirán a las 19:oo hs (GMT) para consultas urgentes ante la solicitud de Estados Unidos, Rusia y Japón, dijo la delegación de Nueva Zelanda, que este mes ejerce la presidencia rotativa del organismo.
El Consejo de Seguridad condenó firmemente los anteriores lanzamientos de misiles norcoreanos y amenazó esta semana con tomar «otras medidas significativas» contra Pyongyang. Japón llamó a adoptar nuevas sanciones y China, tradicional aliado de Pyongyang, expresó su «firme» oposición al ensayo nuclear.
Corea del Norte afirmó este viernes haber logrado una cabeza nuclear capaz de ser instalada en un misil. Es el quinto ensayo nuclear denunciado por Corea del Sur y calificado por las autoridades de Seúl como un acto «de autodestrucción» que deja demostrada la «maníaca imprudencia» del dirigente Kim Jong-un.