El fundador de Microsoft Bill Gates advirtió hoy de que ‘cientos de millones de agricultores’ ya sienten los efectos del cambio climático y animó a innovar en el sector, en un evento de la Organización para la Alimentación y Agricultura (FAO).
‘Cuanto más tardemos en reducir las emisiones a un cero neto, peor serán las consecuencias’ alertó el filántropo en la 42ª Conferencia de la FAO, con sede en Roma, en el tradicional discurso en memoria de Frank McDougall, uno de los padres fundadores de este organismo especializado de Naciones Unidas.
Gates destacó que ‘el cambio climático ha costado siete años de crecimiento en productividad agrícola’ y que ‘en los próximos decenios se prevé que el calentamiento global aumente las sequías e inundaciones, reduzca la productividad y haga crecer lo precios’.
‘Es injusto que las naciones que menos han contribuido al cambio climático ahora sean las que más esperan para las vacunas y las más damnificadas por estos retos’, lamentó Gates.
En este sentido recordó que el impacto de la COVID-19 podría haber dejado hasta ‘132 millones de personas en la pobreza’ en una crisis que el cambio climático contribuye a ‘complicar’ todavía más, debido a la dependencia del sector primario de los países menos desarrollados.
El empresario reivindicó el trabajo de la Unión Africana en colaboración con la FAO, con proyectos de ayuda a los agricultores en Kenia de la que se han beneficiado 1,4 millones de personas, o un sistema de alerta temprana contra la roya del trigo de Etiopía, como ejemplos de la innovación contra los efectos del cambio climático.
‘Los pequeños agricultores deben superar adversidades increíbles y deben innovar, pero no pueden hacerlo solos, requieren de soluciones internacionales’, expresó, por lo que pidió a la FAO y al resto de organismos de Naciones Unidas que ‘aporten asistencia técnica’ a los campesinos.
Gates dijo que si se ‘utilizan los datos para encontrar intervenciones eficaces y se alienta la innovación, se podrá abordar la cuestión del cambio climático y cumplir esa visión de Frank McDougall: un mundo donde ningún niño tenga que crecer hambriento’.