Un equipo de cirujanos de la Universidad de Nueva York Langone Medical Center ha llevado a cabo la más extensa cirugía del mundo de trasplante de cara, con el decano de la Facultad de Medicina Robert Grossman llamando a la operación «un importante hito y una contribución de vital importancia para el avance de la ciencia y la medicina,» según lo informado por el Guardián.
Un bombero de 41 años de edad, de Mississippi sufrió lesiones faciales dramáticas y graves cuando tras un colapso, el techo en llamas cayó sobre él y se fundió a través de su máscara en 2001. A principios de este año, el hombre, llamado Patrick Hardison, fue admitido en el centro médico de Nueva York donde iba a obtener la cara de un hombre con muerte cerebral llamado David Rodebaugh, de Brooklyn de 26 años de edad, que se quedó en estado vegetativo tras un grave accidente en bicicleta.
La selección se hizo sobre la base de altura compatible, peso, tono de piel, color de pelo, y el tipo de sangre. La piel es un órgano como cualquier otro, y cada trasplante de órganos tiene que considerar la posible respuesta inmune del paciente para el nuevo tejido extraño entrar en sus cuerpos. En muchos casos, el cuerpo del paciente rechaza de plano el órgano, y el procedimiento de trasplante falla.
Durante la operación – que tuvo 26 horas e involucró a más de 100 personas que trabajaron en dos equipos – la original cara llena de cicatrices de Hardison se cortó, antes de que el nuevo rostro estuviera conectado a sus estructuras faciales más profundas a través de la unión de muchas terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos, y huesos; la piel de la cara nueva fue luego «re-cubierta» sobre Hardison.
Crédito de la imagen: El gran equipo que trabajó más de 26 horas para realizar el procedimiento. NYU Langone Medical Center.
Después de la operación, se inició un tratamiento de píldoras inmunosupresoras a ser mantenido durante el curso de toda la vida del paciente, que los médicos esperan que evitará que su cuerpo rechace su nueva cara. La espera para ver si su cuerpo aceptaría la nueva piel estaba haciendo agonizar al cirujano principal Eduardo Rodríguez, quien dijo a Hardison que tenía una probabilidad del 50 por ciento de sobrevivir a la operación.
«Hay que quitar la vieja cara a los huesos pelados», Rodríguez explicó a Hardison, según lo informado por NYMAG. «Usted tiene que entender: Si llegara a fallar, no hay ninguna opción de rescate. Usted probablemente morirá. Este es un procedimiento que es todo o nada. «Por lo menos otros tres pacientes de todo el mundo que han recibido trasplantes faciales han muerto debido a que la nueva piel fue rechazada por una abrumadora respuesta del sistema inmune.
Crédito de la imagen: Rodebaugh, el donante. NYU Langone Medical Center.
Sin embargo, 93 días después del procedimiento, Hardison está evolucionando bien, lo que permite a los cirujanos declarar la operación un éxito. En seis meses, Hardison debería ser capaz de comer comida normal y habrá mejorado drásticamente el habla. En 2016, una operación de seguimiento va a reducir parte del tejido facial entonces innecesario para mejorar su aspecto.
En los meses después del accidente de extinción de incendios, Hardison no podía mirarse en el espejo. Ahora, acompañado por algunos de los médicos que lo han atendido, ha ido hasta Macy’s para comprar ropa sin la ansiedad social y familiar – una experiencia emocional para todos los involucrados.
Crédito de la imagen: Hardison, antes de la lesión. NYU Langone Medical Center.
Rodríguez agregó una nota final de precaución: «Habrá un rechazo [de la cara] – no es si pero cuando», según ha informado NYMAG. Cuando esto ocurre, los médicos lo tratan con inmunosupresores más potentes y esperan lo mejor. Mientras tanto, Hardison puede vivir una vida lo más normal posible, gracias a este procedimiento pionero.
