Representantes de Pekín y Washington reanudaron este martes en la capital china las estancadas conversaciones para frenar la producción de ingredientes utilizados en el fentanilo, droga causante de una epidemia que cada año deja 100,000 muertos por sobredosis en Estados Unidos.
Estados Unidos espera que China coopere en atacar a las empresas fabricantes de los precursores químicos del fentanilo y cortar el financiamiento para su comercialización.
El opioide sintético, varias veces más potente que la heroína, ha causado una epidemia de adicciones en Estados Unidos, con 100,000 fallecimientos anuales por sobredosis hasta convertirse en la principal causa de muertes entre personas de 18 a 49 años, según las autoridades estadounidenses.
La delegación estadounidense en Pekín está encabezada por la asesora adjunta de Seguridad Interna, Jen Daskal, e incluye altos funcionarios de los departamentos de Estado, Tesoro, Interior y Justicia.
Calificando las reuniones de «buen comienzo», el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, declaró a la prensa que todavía «queda mucho por hacer».
«El objetivo aquí es crear acciones concretas que conduzcan a una reducción de los precursores químicos que están matando a tantos estadounidenses», señaló.
Por su parte, Daskal, tras ser recibida por el ministro chino de Seguridad Pública, Wang Xiaohong, destacó que «las drogas sintéticas están matando a muchos miles de personas», según un video del encuentro.
«Vine de Washington con una delegación de muy alto nivel que representa el enfoque de todo el gobierno de Estados Unidos para abordar el desafío global que representan las drogas ilícitas», agregó.
«El presidente (Joe) Biden envió una delegación tan importante para enfatizar la importancia de este tema para el pueblo estadounidense», afirmó Daskal.
A su vez, Wang señaló que la creación de un grupo de trabajo antinarcóticos China-Estados Unidos representa un «importante entendimiento común» alcanzado por los presidentes Xi Jinping y Biden en su reunión de noviembre pasado en San Francisco.
«PROFUNDO» Y «PRAGMÁTICO»
«Nuestra cooperación una vez más muestra que la relación China-Estados Unidos se beneficia con la cooperación y pierde con la confrontación», agregó Wang.
Aseguró que las conversaciones sostenidas a lo largo del día habían sido «profundas» y «pragmáticas».
Wang dijo esperar que en las reuniones futuras, las dos partes «tengan en cuenta las preocupaciones mutuas para mejorar y ampliar la cooperación con el fin de proporcionar más energía positiva para unas relaciones estables, sólidas y sostenibles entre China y Estados Unidos».
Estados Unidos ha dicho que va a «brindar una plataforma para facilitar la coordinación dirigida a atacar la producción ilegal, financiamiento y distribución de drogas ilícitas».
Xi Jinping se comprometió en noviembre, durante una reunión con Biden, a frenar ese comercio.
«Durante años la cooperación bilateral antinarcóticos entre Estados Unidos y la República Popular China ha estado suspendida, lo cual ha impedido avances», señaló la semana pasada un alto cargo estadounidense.
«Pero eso cambió en la reunión del 15 de noviembre» entre Xi y Biden, agregó el funcionario, quien habló a periodistas en condición de anonimato.
Desde la cumbre, China cerró una empresa, bloqueó algunos pagos internacionales y volvió a compartir información sobre embarques y tráfico, agregó el funcionario.