Satélites que rastrearon vapor de agua en 2012 ayudaron a los científicos a predecir con precisión el avance del huracán Sandy hacia Nueva York y Nueva Jersey, en donde mató a docenas de personas y causó daños equivalentes a miles de millones de dólares.
Ahora los científicos advierten que su seguimiento preciso de huracanes podría verse alterado por las señales de la nueva generación de redes inalámbricas conocidas como 5G que pronto se desplegarán en Estados Unidos. En una prueba en la que se imitó la interferencia, se pronosticó incorrectamente que Sandy se dirigiría hacia el mar.
A los niveles de potencia 5G propuestos actualmente, los satélites pueden tener problemas para leer las señales naturales emitidas por el vapor de agua. Aquello podría hacer retroceder la precisión de los pronósticos a niveles vistos por última vez alrededor de 1980, advirtió Neil Jacobs, titular de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA).
«Esto daría como resultado la reducción del margen de tiempo de los pronósticos sobre el recorrido de los huracanes en aproximadamente dos o tres días», comentó Jacobs este mes ante el Congreso estadounidense en una audiencia.
El tema divide al gobierno de Donald Trump y el secretario de Comercio, Wilbur Ross, cuya agencia incluye a la NOAA, advirtió que datos críticos de las ciencias de la Tierra podrían perderse. Incluso la Marina ha expresado sus dudas. La Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU., sin embargo, avanzó con una subasta de espectro.
La industria de comunicaciones móviles del país, que afirma estar invirtiendo US$275.000 millones en redes 5G, descarta que los pronósticos puedan verse afectados. Tales predicciones son «una afirmación absurda sin ciencia que la respalde», según una publicación de blog del 21 de mayo del vicepresidente ejecutivo de la asociación sectorial CTIA, Brad Gillen.