Después de que el fenómeno de El Niño más intenso del que se tenga registro calentara los océanos a niveles nunca antes vistos, enormes sectores de arrecifes de coral que solían estar llenos de vida ahora son pueblos fantasmas que se desintegran en el mar.
Y los mejores científicos marinos del mundo siguen pasando apuros, en medio del calentamiento global y décadas de destrucción de corales, para hallar los medios políticos y financieros con el fin de enfrentar la pérdida de estos ecosistemas de importancia global.
“Lo que tenemos que hacer es realmente transformar la urgencia” en acciones, dijo Ruth Gates, presidenta de la Sociedad Internacional para Estudios de Arrecifes y directora del Instituto Hawaiano de Biología Marina.
Gates, quien esta semana ayudó a organizar una conferencia para más de 2.000 científicos internacionales de arrecifes, implementadores de políticas y otras personas, dijo que la comunidad científica necesita especificar claramente cuán “íntimamente está ligada la salud de los arrecifes a la salud humana”.
El Simposio Internacional sobre Arrecifes de Coral inicia el lunes para tratar de crear un plan de conservación más uniforme.
Gates agregó que los investigadores tienen que hallar la manera de aplicar soluciones a largo plazo con la ayuda de los gobiernos.
Años y años de blanqueamiento del coral han derivado en una de las mortandades más generalizadas de arrecifes de que se tenga registro, lo que deja a los científicos en una lucha contra el tiempo para salvarlos. Aunque los corales blanqueados con frecuencia se recuperan, múltiples años de este fenómeno debilitan a los organismos e incrementan el riesgo de que mueran.
Los investigadores han tenido algo éxito con proyectos como el crear viveros de corales y plantaciones de tipos de “súper corales” que pueden resistir condiciones más difíciles. Pero gran parte de estos experimentos están siendo llevados a cabo a una escala pequeña y con fondos limitados.
Bob Richmond, director del Laboratorio Marino Kewalo, de la Universidad de Hawaii, dijo que los problemas son muy claros: “la pesca excesiva de los herbívoros y de los principales depredadores en los arrecifes, las fuentes de contaminación y de sedimentación, y el continuo y creciente impacto del cambio climático”.
Si bien los arrecifes contribuyen a la economía turística de muchas costas, la conservación de los corales no solo tiene como objetivo tener lugares bonitos para que los turistas exploren. Los arrecifes forman parte integral del ecosistema general y son un componente esencial para la existencia humana.
Los arrecifes no solamente proveen un hábitat para la mayoría de los peces consumidos por los seres humanos, sino que también protegen a la costa de tormentas y crecidas de mar. Incluso se ha descubierto que los corales tienen propiedades medicinales.