Los científicos planifican perforar en un cráter en donde permanecen los restos de un asteroide asesino que cayó frente a la península de Yucatán, en México.
El cráter de Chicxulub es el lugar donde un asteroide chocó hace 66 millones de años y mató a los dinosaurios y a la mayor parte de la vida en el planeta.
Los científicos esperan que al perforar en los sedimentos del cráter, puedan aprender cómo la vida se recuperó luego del devastador impacto.
«Podrías asumir que en la zona cero de este impacto estamos tratando con un océano estéril y que, a lo largo del tiempo, se renovó a sí mismo. Podríamos aprender algo para el futuro», le dijo a CNN el profesor de investigación Sean Gulick, de University of Texas Institute for Geophysics.
Un equipo de científicos de la Universidad de Texas, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Programa Internacional de Descubrimiento del Océano planifica comenzar a perforar en abril. Se espera que la perforación tome dos meses en completarse.
«Tenemos algunas hipótesis de lo que encontraremos», dijo Gulick. «Esperamos ver inicialmente un período donde no hay vida y luego que la vida regrese y se haga más diversa a través del tiempo».
El esfuerzo de perforación viene después de que se publicó un nuevo análisis de los datos de perforación comercial que se dio a conocer, y muestra cómo el impacto de un asteroide de unos 10 kilómetros de ancho cambió la fisiología del Golfo de México.
El asteroide desplazó 48.000 millas cúbicas de sedimento, suficiente material como para llenar casi 17 veces el Lago Superior.
El impacto causó terremotos que aflojaron el sedimento y tsunamis que trajeron restos de lugares como Texas y Florida, descargando millones de toneladas de escombros dentro del golfo, según los científicos.
Este movimiento de los sedimentos se extendió cientos de millas y cubrieron Yucatán y la Cuenca del Caribe con piedras, arena, grava, incluso cantos rodados, según los hallazgos publicados en la revista Journal of Geophysical Research: Solid Earth, el 5 de febrero.
El impacto de Chicxulub fue increíblemente poderoso.
Los científicos creen que puede haber sido mil millones de veces más fuerte que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima. En el impacto, el asteroide provocó un efecto dominó de desastres naturales y cubrió el planeta con una gruesa capa de polvo y sedimento.
Una teoría popular es que los escombros, los potentes tsunamis y los terremotos masivos a partir del impacto de Chicxulub mataron a algunas de las más grandes bestias que alguna vez vagaron en nuestro planeta, los dinosaurios gigantes y los grandes reptiles marinos.
Estos desechos, llamados el límite K/T, se pueden encontrar en todo el mundo. Es importante porque esto marca un punto en la línea de tiempo de la Tierra en el que ocurrió la extinción masiva
Los científicos han estado estudiando estos desechos alrededor del mundo, pero nunca fueron capaces de obtener acceso al Golfo de México debido a la perforación comercial que se daba en la región.
Los científicos descubrieron que el depósito masivo de sedimentos se estableció en cuestión de días o semanas, le dijo a CNN Jason Ford, autor principal y geólogo de exploración para Chevron, quien antes estaba en University of Texas Institute for Geophysics. Según Sanford, antes del impacto, el Golfo de México era más grande.
Los impactos de asteroides cambian predominantemente la superficie de otros planetas, dijo Gulick. «Ciertos eventos pueden tener efectos duraderos en la morfología de nuestro planeta, en las capas estratigráficas y, por supuesto, en la vida», dijo.
El comprender lo que sucedió durante el impacto de Chicxulub puede ayudar a los investigadores a pronosticar lo que podría pasar en el futuro si otro inmenso asteroide colisiona con nuestro planeta.
«Sabemos bastante bien lo que sucedería si otro asteroide de este tamaño nos golpeara el día de hoy –no sería bueno– pero nuestro trabajo contribuye a un cuerpo de trabajo mayor que está dedicado a entender los muchos procesos geológicos y ecológicos que suceden cuando ocurren eventos de tal magnitud», dijo Sanford.
Actualmente, la NASA cuenta con un equipo de científicos que están persiguiendo asteroides potencialmente mortales.
Se han descubierto más de 12.000 «objetos cercanos a la tierra» y unos 1.500 podrían cruzar la trayectoria de la Tierra y son potencialmente peligrosos, según Jason Kessler, director del Grand Challenge de la NASA, quien le habló a CNN en junio de 2015.
Afortunadamente, los datos sugieren que nada está amenazando a la Tierra en este momento y que podríamos estar un poco más cerca de entender el futuro de nuestro planeta en lo que respecta a las colisiones potenciales de asteroides.