El Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) define que el usuario o Consumidor es la persona natural o jurídica, pública o privada que adquiera, consuma, utilice o disfrute productos y servicios, a título oneroso, como destinatario final de los mismos para fines personales, familiares o de su grupo social.
No se consideran consumidores o usuarios finales quienes adquieran, almacenen, consuman o utilicen productos o servicios con el fin de integrarlos a un proceso de producción, transformación, comercialización o servicios a terceros, según lo consigna la Ley 358-05.
“La normativa nos llama a que debemos aprender a ser consumidores sustentables que hagan conciencia de sus derechos y tomen decisiones inteligentes, responsables y acertadas”, plantea la institución.
Indica que un consumidor consciente se logra leyendo las etiquetas, conservando las facturas de cualquier transacción comercial, la cual sirva de prueba al momento de hacer valer un derecho, planificarse antes de hacer una compra, no crear necesidades, entre otras.
Un consumidor que es consciente de sus derechos y obligaciones, sabe lo que necesita y lo exige.
