¿De verdad sabes cuánta azúcar consumen tus hijos?

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Más del 18 por ciento de los niños de primaria en Estados Unidos son obesos y nadie sabe por qué; las causas son variadas y complejas. Pero, en general, se acepta que consumir mucha azúcar es un factor importante. En 2015, la Organización Mundial de la Salud publicó una recomendación: todos, sin importar su edad, deberían restringir su ingesta de azúcar a menos del diez por ciento del total de calorías que consumen a diario.

En niños pequeños, eso significaría no más de 45 gramos de azúcar al día. Por supuesto, muy pocos niños pequeños son responsables de su propia dieta o capaces de monitorear su consumo de azúcar. Ese cuidado casi siempre está a cargo de alguno de los padres. Un estudioreciente publicado en el International Journal of Obesity sugiere que la mayoría de nosotros, ¡sorpresa!, no somos expertos en calcular cuánta azúcar hay en algunos alimentos comunes.

Para el estudio, investigadores del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín visitaron a 305 familias alemanas en las que había al menos un niño de entre 6 y 12 años. Se midió el índice de masa corporal de cada niño, y el progenitor que planificaba y ofrecía la mayoría de las comidas familiares —casi siempre la madre, aunque no siempre— completaba un cuestionario simple en la computadora.

Se les pidió a los padres que calcularan el contenido de azúcar de varias bebidas y alimentos como, por ejemplo, el jugo de naranja, el yogur, la pizza o la cátsup, que son muy comunes en las dietas de niños pequeños. Para ayudar a que los padres visualizaran los volúmenes de azúcar, se les pidió que pensaran en términos de cubitos de azúcar y se les dijo que cada cubito contiene más o menos tres gramos de azúcar.

Casi 75 por ciento de los padres subestimaron el contenido total de azúcar en los alimentos, en algunos casos de manera bastante considerable. Las discrepancias más grandes se vieron en alimentos considerados comúnmente como “saludables”: más del 90 por ciento de los participantes del estudio estimaron que era menor la cantidad de azúcar en el yogur, por ejemplo, por siete cubitos en promedio, o casi 60 por ciento del azúcar total en cada porción. Lo más preocupante es que estos errores resultaron estar relacionados con el peso corporal de los niños: aquellos niños con los índices de masa corporal más altos tendían a ser los hijos de quienes cometieron los errores más grandes de cálculo.

Debido a que este es un estudio correlacional, los resultados no prueban que los niños subirán de peso si sus padres se equivocan en la cantidad de azúcar en la pizza, por ejemplo, o en la cátsup (resulta que todos los padres sobrestimaron el contenido de azúcar en la cátsup). Aun así, los descubrimientos alertan sobre la necesidad de tener cuidado.

“Nos sorprendió el grado de subestimación del contenido de azúcar de algunos de los productos”, dijo Mattea Dallacker, becaria de posdoctorado en el Instituto Max Planck que realizó el estudio junto a Ralph Hertwig y Jutta Mata. Dallacker y sus colegas sospechan que existe un “halo saludable” sobre productos como el jugo de fruta y el yogur, lo que provoca que los padres calculen erróneamente su contenido de azúcar.

Dallacker dice que le gustaría ver que las etiquetas de los alimentosincluyeran un “sistema de semáforos”: un punto rojo para indicar alto contenido de azúcar y un punto verde para contenido mínimo de azúcar. Hasta que esto suceda, sugiere que los padres endulcen la comida por su cuenta.

“Mezclar el yogur natural con fruta”, dice Dallacker. “Los padres que hacen esto difícilmente sentirán necesidad de añadir once cubitos de azúcar”.

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