Miembros de sindicatos quemaron neumáticos el jueves y bloquearon un importante puente en la costa norte de Francia, en una jornada de huelgas y protestas en todo el país contra la reforma laboral.
Los manifestantes se reunieron el jueves por la mañana en una plaza central en la antigua ciudad portuaria de Harfleur, empleando petardos y bocinas. Los activistas no mostraron remordimientos por las alteraciones que planeaban.
“Tenemos que golpear donde duele”, dijo el miembro de sindicato Gilles Guyomard. “Y donde duele es en la cartera de los jefes”.
Los activistas se desplazaron después en el puente de Normandía, de 2 kilómetros, que cruza el río Sena a la altura de Le Havre.
Allí prendieron fuego a un montón de neumáticos y bloquearon las cabinas de peaje. En toda Francia se celebraban huelgas y protestas el jueves contra una reforma laboral que amplía la semana laboral y facilita los despidos.
Mientras las protestas sindicales alteraban el acceso a combustible, los servicios ferroviarios y el funcionamiento de centrales nucleares, el primer ministro francés, Manuel Valls, abrió la puerta el jueves a posibles cambios en una reforma laboral que ha provocado crecientes huelgas y protestas, pero insistió en que el gobierno no la abandonará.
La reforma, que pretende impulsar las contrataciones suavizando la protección sobre los trabajadores franceses, ha provocado el mayor desafío hasta ahora al presidente de Francia, François Hollande, y su gobierno socialista.
“Podría haber mejoras y modificaciones” en la propuesta, indicó Valls el jueves a la televisora BFM. No entró en detalles sobre qué podría cambiarse, e insistió en que el “corazón” del texto debe mantenerse. Retirar la iniciativa “no es posible”, señaló.
Integrantes del sindicato CGT rechazaron de inmediato el gesto, afirmando que quieren derogar la ley, no modificarla. “Es inadmisible”, dijo a BFM Arnaud Pacot, del CGT en la región de Aube, en el este de Francia, desde una central nuclear bloqueada por activistas.
Miembros de sindicatos quemaron neumáticos y bloquearon un importante puente en la costa norte de Francia y un túnel en Marsella, en una jornada de huelgas y protestas en todo el país contra la reforma.
Los manifestantes se reunieron el jueves por la mañana en una plaza central en la antigua ciudad portuaria de Harfleur, empleando petardos y bocinas.
Los activistas se desplazaron después en el puente de Normandía, de 2 kilómetros, que cruza el río Sena a la altura de Le Havre.
Allí prendieron fuego a un montón de neumáticos y bloquearon las cabinas de peaje. El grupo se dispersó dos horas más tarde tras unos cierres que cortaron el tráfico y dejaron varados a varios conductores. Al menos una pareja de viajeros dijo que no le importaba.
“Esto lo hacen por nosotros”, dijo Jean-Luc Geraert, que se quedó atrapado en su destartalada camioneta blanca tras la barricada improvisada a la entrada del puente. Geraert, pintor industrial de 55 años, dijo que Valls tiene que retirar la ley.
“Si no lo hace, va a empeorar”, afirmó. Valls insistió en que el texto es “bueno para los trabajadores” y pequeñas empresas, y alegó que muchos de sus detractores están mal informados sobre su contenido.
El texto suaviza las limitaciones a la semana laboral de 35 horas, facilita el despido de trabajadores en momentos de dificultades económicas y debilita el poder de los sindicatos para establecer convenios colectivos por sectores.