El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, mantendrá en su Gobierno a gran parte de los ministros de su antecesor, Raúl Castro, entre ellos los de carteras clave como el Ejército, Interior, Exteriores y Turismo, pero cambió al titular de Economía, un área vital dados los apuros financieros de la isla.
Díaz-Canel reveló ayer ante la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) la composición de su gabinete, ya que cuando fue nombrado presidente el pasado mes de abril anunció que conservaría a los ministros de Castro hasta el primero de los dos plenos anuales que celebra el Legislativo.
La composición del nuevo Consejo de Ministros, cuyo nombramiento fue ratificado por los diputados, refuerza el mensaje de continuismo que ya subrayó el nuevo mandatario cuando asumió el cargo, pues entre los 34 miembros que integran este órgano hay solo nueve caras nuevas, la mayoría en carteras de peso menor.
De los nuevos ministros, varios eran hasta ahora los «número dos» de los departamentos que ahora asumen.
El cambio más relevante es el del titular de Economía y Planificación, el veterano Ricardo Cabrisas, reemplazado por el hasta ahora viceministro de esa área, Alejandro Gil Fernández que, nacido tras la Revolución de 1959, es un exponente de la «política de cuadros (dirigentes)» del nuevo gobernante cubano.
Gil Fernández asume el mando de la política económica cubana en un momento difícil, ya que las finanzas de la isla están acusando la crisis en Venezuela, su principal aliada económica y política, que ha reducido drásticamente los envíos de petróleo subsidiado a Cuba, lo que ha obligado al país a recurrir a otros países proveedores a precios de mercado.
También el frenazo al deshielo con EE.UU. por parte del presidente Donald Trump, que endureció con nuevas sanciones el embargo financiero impuesto a Cuba, ha incrementado los crónicos apuros económicos del país caribeño, en permanente cruzada para atraer inversión extranjera que oxigene sus arcas.
Pese a la llegada de Gil, se mantienen en sus puestos los titulares de otras áreas fundamentales para el desarrollo cubano como los de Turismo, Manuel Marrero -nombrado en 2004 por Fidel Castro-, y Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, principal responsable de captar capital foráneo.
Repiten además los titulares de los dos ministerios que controlan la todopoderosa Seguridad del Estado: el vicealmirante Julio César Gandarilla en Interior y el general Leopoldo Cintra al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), que a su vez controlan sectores clave de la economía a través de conglomerados empresariales como Gaesa.
Otro de los nombres de peso ratificados es el del canciller Bruno Rodríguez, considerado un político de «línea dura» y quien con una vasta experiencia en foros internacionales tras nueve años en el cargo seguirá de momento al frente de la activa diplomacia cubana.
Permanecen asimismo los ministros del Transporte, Adel Yzquierdo, y Construcción y Vivienda, René Mesa, dos carteras que aglutinan dos de los principales problemas endémicos de los cubanos de a pie.
Las caras nuevas del gabinete son -además de Alejandro Gil- Iris Quiñones (Industria Alimentaria), Betsy Díaz (Comercio Interior), José Ángel Portal (Salud Pública), Raúl García Barreiro (Energía y Minas), Jorge Luis Perdomo (Comunicación), Alpidio Alonso (Cultura), Oscar Manuel Silveira (Justicia) y Antonio Rodríguez como presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Los parlamentarios acordaron mantener como vicepresidentes del Ejecutivo al comandante de la Revolución Ramiro Valdés (86 años), al hasta ahora ministro de Economía Ricardo Cabrisas (81) y a Ulises Rosales, y elevar a ese rango a Inés María Chapman y Roberto Morales, responsables hasta ahora de Recursos Hidráulicos y Salud Pública.
Chapman se convierte así en la primera mujer vicepresidenta del Consejo de Ministros de Cuba desde la institución de ese organismo en 1976.
El nuevo Ejecutivo tiene una edad promedio de 60 años, un 26 % de miembros negros o mestizos y está integrado por 26 hombres y ocho mujeres, una menos que en el anterior gabinete.
Todos ellos poseen «»una amplia trayectoria y experiencia como cuadros», afirmó este sábado ante el Parlamento Díaz-Canel.
El mandatario es en este momento presidente tanto del Consejo de Estado como del de Ministros, aunque en el proyecto de reforma de la Constitución que también se debate hoy en la Asamblea cubana se recoge la institución de la figura de primer ministro, que asumiría el control del gabinete.