Los científicos saben que en sus 4.500 millones de años de historia, la Tierra sufrió cinco extinciones masivas que la dejaron con sólo un 10% de las especies que algún día existieron. La más conocida ocurrió en el período del Cretácico-Paleógeno hace unos 65 millones de años y acabó con los dinosaurios.
Si bien existen varias hipótesis para explicar este hecho, la más reconocida sugiere que la merma en la biodiversidad se debió al impacto de un gran asteroide que liberó una energía equivalente a 10.000 millones de bombas atómicas como la de Hiroshima y provocó extensos incendios forestales, lo que causó la desaparición de aproximadamente un 75 % de las especies.
Además, el impacto llenó de polvo la atmósfera y bloqueó la entrada de radiación solar, lo que hizo caer los termómetros y perturbó durante cientos de años el ecosistema.
Algo parecido ocurrió hace unos 12.800 años, durante la última edad de hielo, cuando otro cambio climático brusco provocado por el impacto de un asteroide acabó con gran parte de la megafauna del planeta.
Los indicios condujeron a los astrofísicos y paleontólogos a apoyar la teoría de que uno o más asteroides desencadenaron el enfriamiento global y la extinción de animales grandes hace miles de años.
Los rastros abundantes de platino, provenientes de un objeto espacial, y hallados en once yacimientos arqueológicos en Estados Unidos, relacionan la repentina desaparición hace 12.800 años de la misteriosa cultura Clovis con el impacto de un asteroide.
Según la hipótesis del cometa Clovis, postulada en 2007 por expertos de la Unión Geofísica Americana en Acapulco (México), los nano-diamantes encontrados a pocos metros de la superficie de la Tierra, prueban los rastros del impacto de un cuerpo cósmico que habría prendido fuego a vastas zonas de Norteamérica hace unos 13.000 años, lo que indujo a la desaparición de más de 35 especies de grandes mamíferos.
El equipo informó que las poblaciones humanas también pueden haber sido afectadas indirectamente por la caída del superasteroide. En América del Norte hay un inexplicado y sorpresivo fin del uso de las herramientas de piedra por parte de las tribu Clovis.
El nuevo estudio científico, elaborado por 10 investigadores y publicado en Scientific Reports, se basa en hallazgos similares de platino en un núcleo de hielo de Groenlandia en 2013. Los investigadores de Carolina del Sur descubrieron una abundancia de platino en capas de suelo que coincidió con el ‘Joven Dryas’, un período climático de enfriamiento extremo que comenzó hace alrededor de 12.800 años y duró alrededor de 1400 años, y se llama así en honor a la especie Dryas octopetala, una flor artico-alpina que creció en ese momento como consecuencia del descenso de las temperaturas.
Las concentraciones anómalas de este metal, halladas también en muestras de sedimento igual de antiguas de otros rincones del globo, y la presencia de microesferas de vidrio y de nano-diamantes, prueban que, tras el impacto, hubo suficiente calor y presión para fusionar materiales en la superficie de la Tierra.
El hecho de haber encontrado concentraciones elevadas de este metal en varios puntos de la Tierra sugiere que no se produjo un único impacto, sino que fueron varios los que provocaron la extinción, tal y como explica Cristopher Moore, el autor principal del trabajo: “En los últimos años han aparecido documentos con datos similares de otros sitios que apoyan casi universalmente la noción de que hubo un impacto extraterrestre o una explosión de un cometa que causó el ‘Younger Dryas’”.